Muchos de vosotros ya tendréis comprados los regalos para San Valentín, pero muchos otros seguro que sois de los que prefieren dar un detalle hecho por vosotros mismos. Las clásicas tarjetas, repostería, un álbum personal... Las opciones son múltiples y nada fuera de lo normal. Pero yo hoy quiero daros una opción más original, algo en lo que, probablemente, no habíais pensado y podría ser una buena idea. Estoy hablando de hacer una crema exfoliante casera.
Así, a primera vista, parece algo muy complejo. ¡Nada más lejos de la realidad! Se tarda como 5 minutos (¡lo juro!) en hacerse y es muy, muy fácil, con ingredientes que todos podemos conseguir en un momento. Por eso se están convirtiendo en los reyes de Pinterest. Vistosos, útiles y fáciles de hacer. ¿Se puede pedir más?
Yo decidí hacerla de vainilla y pétalos de clavel, que es lo que le da el toque rojizo. Pero se pueden hacer de cualquier cosa. De rosas, de fresa, de miel, de canela... A gusto de cada uno.
Ingredientes
*1/4 de taza de aceite de coco (a la venta en cualquier herbolario o tienda ecológica)
*1 taza de azúcar blanco
*1 cucharadita de aroma de vainilla (a la venta en cualquier supermercado, de la marca Vahiné o Dr Oetker)
*6 claveles rojos
*Colorante rojo (opcional)
Cómo se hace
PRIMER PASO: Derretimos el aceite de coco durante un minuto en el microondas.
SEGUNDO PASO: Mezclamos el azúcar con el aceite de coco en el accesorio de la picadora que viene con la batidora normal. Una vez mezclado, si veis que queda muy aceitoso, le echáis más azúcar, sin pasarse, y volvéis a batir.
TERCER PASO: Añadimos los pétalos cortados de los claveles y batimos de nuevo.
CUARTO PASO: Añadimos el aroma de vainilla y batimos por última vez.
QUINTO PASO (OPCIONAL): Para darle más color rojo estilo San Valentín podemos echar unas gotas de colorante rojo a la mezcla y batir de nuevo. Desde mi punto de vista no es necesario, pero yo lo he hecho en una de las capas para que quedara más vistoso.
IMPORTANTE: Las cantidades dan para un tarrito pequeño. Si se quiere hacer más grande se pueden doblar las cantidades o hacer la misma mezcla varias veces hasta rellenar el tarro que se quiera.
¡Y ya está! No tiene más misterio que ese. Sorprendentemente simple, ¿cierto?
Lo único que quedaría sería meter la mezcla en un tarro de cristal (el mío lo compré en la tienda Casa) y adornarlo. Como sugerencia de presentación, yo coloqué más pétalos de clavel por encima de la crema. Así queda más romanticón.