Pues tal y como os avancé la semana pasada, el post sobre la elección de mi vestido de novia me parecía demasiado largo y lo partí en dos para que no fuera tanto tostón, así que hoy os traigo la segunda parte! (Si no has leído la primera parte, puedes hacerlo aquí)
Bien, pues nos habíamos quedado en la puerta de Pronovias Santiago. Aquí el proceso fue un poco diferente, me sacaron el catálogo de los vestidos que tenían en tienda para que fuera marcando los que quería probar (aunque me dijeron que si me gustaba alguno de la web que no lo tuvieran en tienda igualmente me lo podrían pedir). Como iba con la clara intención de probarme el que tenía como candidato, no me preocupó mucho cuales tendrían y cuales no, fui marcando algunos simplemente por no probar un sólo. Marqué algunos que no me había probado, por ver más cosas y recuerdo el momento en el que pasé por la foto de mi vestido y dije ” y este, por verme con algo diferente” fue el último que señalé.
Me había encorsetado en un estilo muy definido y sólo probaba vestidos de ese estilo, creía que era lo que buscaba. Pues ese vestido que probé por “verme con algo diferente” fue finalmente el elegido :-) y no tiene nada que ver con todo lo que había estado mirando hasta ese momento. En cuanto lo tuve puesto, no sé si sentí eso de “es mi vestido”, pero lo que sí sentí es que “era yo”, me sentí guapa, especial, cómoda, me sentí yo misma y me sentí novia. Me probé también el que tenía como candidato, y bueno, a todas les gustó también, me sentaba bien, era bonito… Los dos lo eran. Me probé una vez más los dos para compararlos y al ponerme otra vez el mío ya no quería quitármelo… Me visualicé el día de mi boda con ese vestido :-)
Estaba casi decidida pero, había pedido cita en Novia Sol para la mañana siguiente, la había pedido para poder ir también con mi suegra y comparar entre los dos finalistas, no pensé que fuese a aparecer un “tercero en discordia“. Mi hermana me dijo que lo pensara, que fuera a esa cita, que me volviera a ver con el otro y que después tomase una decisión, así que nos marchamos sin reservar nada. Llegué a casa y no paraba de pensar en EL vestido, lo bonito que era, lo especial que me parecía, lo diferente que lo veía, lo a gusto que sentí con el. Busqué la foto en la web y cuanto más la veía más me gustaba. Comparaba con las fotos de los otros dos vestidos, los otros dos en foto no me gustaban, el mío me encantaba.
Le daba vueltas y vueltas, pero me di cuenta de que le daba vueltas a lo muchísimo que me gustaba, en realidad no tenía dudas como con los otros dos. De repente lo vi claro, “no tengo dudas!”, “no necesito probarme más”, “es mi vestido!” Así que llamé a mi suegra y a mi hermana para decirles que no madrugaran al día siguiente porque iba a cancelar la cita… YA TENGO VESTIDO! Al día siguiente fui directa a Pronovias para dejarlo ya reservadito :-D
En ningún momento he tenido dudas con este vestido, de vez en cuando miro las fotos de la web y me sigue encantando. Se lo he enseñado a poca gente pero los que lo han visto dicen que les parece precioso y perfecto para mi. Desde que lo elegí sólo puedo pensar en el momento de que llegue la primera prueba para volvérmelo a poner, estoy deseando volver a verme con el. Me aconsejaron que dejara de mirar vestidos, que no mirara nada en internet ni en revistas ni nada, para evitar posibles dudas, pues tengo que decir que he seguido curioseando revistas, blogs de bodas, webs de tiendas de novias, e incluso he seguido viendo los programas de Divinity (notengoverguenza… :-P ) y en ningún momento he visto ningún vestido que me hiciera replantearme mi decisión.
Tengo que decir que en mi caso me siento afortunada porque he elegido MI vestido, quiero decir, que nadie me ha condicionado en la elección. A mi madre le habría encantado que hubiera elegido otro tipo de vestido pero en ningún momento me hizo sentir obligada a decantarme por algo más similar a su idea. El preferido de mi hermana era uno de los que me probaron en Novia Sol, a mi me gustó pero no estaba entre mis favoritos y ella no me intentó influir hacía él en ningún momento. A todas les encanta mi elección, aunque ellas se hubiesen tirado por otras ramas. El caso es que en todo momento dejaron que siguiera mi estilo e incluso cuando estaba con los tres finalistas, ninguna se pronunció a favor de uno en concreto, siempre decían ” tienes que verte tu”. Y esa es la mejor filosofía para la búsqueda de un vestido de novia: ser fiel a una misma.
Yo estoy loca de contenta con mi vestido de novia :-D y vosotras, bellas casaderas, ya tenéis vuestro vestido? Me contáis como fue la búsqueda?
Muchas gracias por pasaros por mi pequeño rincón!
Besitos bellas!
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