Paseando por la sección de belleza de El Corte Inglés, me topé con el pack Dream Curls de John Frieda y he pensado que podría ser una señal para enterrar el hacha de guerra con mi pelo rizado y darle una oportunidad. Por eso, además de probar estos productos, me he propuesto crear el reto ‘enamorarme de mi pelo rizado’, ¡a ver si lo consigo!
Como ya sabéis, mi aversión por el pelo rizado ha transformado la plancha de alisar en una nueva extremidad de mi cuerpo, pero los agentes externos del verano están estropeándolo mucho y no puedo seguir perjudicando la salud de mi melena. Además, la belleza natural está más de moda que nunca, así que no puedo buscar excusas: lo único que tengo que hacer es encontrar los mejores productos que conviertan mi cabello rebelde y encrespado en la melena de mis sueños.
Para empezar, he estado probando el pack Dream Curls de John Frieda, que por 14,60 euros se puede comprar en El corte inglés. Este pack tan bien preparado contiene champú y acondicionador con 250 ml de producto cada envase y un tratamiento antes del lavado que promete dominar el cabello durante 10 días.
Tanto el champú como el acondicionador lo he utilizado ya varias veces y cada vez me gusta más su textura porque con poca cantidad de producto abarca bastante y su olor es mmmmm…aunque aún lo tengo que utilizar más veces para comprobar su efecto a largo plazo.
Por otro lado está ese producto pequeño que llama tanto la atención: el tratamiento frizz ease antes del lavado. Antes de nada debo aclarar que mi pelo se encuentra ahora mismo en un periodo de transición un poco raro… tengo las raíces muy rizadas pero los medios y puntas aún mantienen las consecuencias de haber aplicado alisados desde hace más de diez años. Es un mix de formas y volúmenes que habría que uniformizar un poco.
Este tratamiento contiene 150 ml que supuestamente da para dos usos, pero yo con uno ya casi me lo he ventilado entero. Su proceso de aplicación consiste en aplicar el prdoucto sobre cabello seco, como si fuese un tinte, esperar unos 8 o 10 minutos y aclarar, sin necesidad de emplear calor. Esto último me encantó porque en verano ¡¡no soporto el secador!!
No sé si será por mi pelo o que hay algo que no hice bien, pero la verdad es que no noté nada de nada. Ni menos encrespado ni más definido. Nada. Lo que pensaba que iba a solucionar mis diferencias con mi melena sólo ha sido un alto en el camino que me ha permitido pensar que aún es posible llevar el pelo rizado y amarlo más aún que si fuera liso y perfecto.
Evidentemente, ¡no voy a rendirme! Esta melena se merece ser rizada y maravillosa, tan sólo tengo que encontrar cómo conseguirlo… de momento, el producto para ondas playeras de Aussie me lo dejó bastante bien pero al final tenía que utilizar un poco la plancha al menos en las puntas para darle forma…
¿Cuál será el siguiente paso para conseguir mi objetivo? ¡Seguiré buscando en las secciones de peluquería de blogs y perfumerías! A ver qué me encuentro… y por supuesto, os lo contaré.
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