En ocasiones me gusta echar mano de pequeños remedios caseros que he ido descubriendo. He probado muchos, pero sólo unos pocos me han gustado. Algunos me encantan y los utilizo a menudo y otros, por ser más complejos de preparar, los hago en ocasiones especiales.
El que más me gusta por sus orígenes, es el que yo llamo "la receta de mi abuela". Ella se lo enseñó a mi madre y a su vez mi madre me lo enseñó a mi. Es muy sencillo de preparar.
Mi abuela ha sido una mujer que ha trabajado mucho durante toda su vida en el campo. Como os podéis imaginar eran tiempos muy duros y las mujeres no tenían ni dinero, ni tiempo para ir a un centro de belleza, y en la medida de lo que pudieran cuidarse, creo que les gustaba verse también guapas y con la piel resplandeciente. De la misma forma en se pasaban de madres a hijas todos sus trucos en el hogar, también se preocupaban transmitir pequeños remedios para ocasiones especiales.
Puedo llegar a pensar que en aquella época esta receta no estaba al alcance de todos, pero hoy en día sí y yo quiero compartirla con todos vosotros porque merece la pena probarla.
Los ingredientes son:
Cera de abeja de una vela natural.
Miel
Limón.
Como podéis ver sólo lleva tres ingredientes, pero los resultados son sorprendentes!!!
Deciros que es buenísima para las grietas de la piel y la sequedad, además de tener un efecto ligeramente exfoliante.
La cera de abeja, he sabido después de llevar muchos años aplicándome este remedio, que se utiliza mucho en cosmética como base de cremas y ungüentos, por sus efectos antiinflamatoros y cicatrizantes. También deciros que suaviza y protege su piel por su acción emoliente y es buena para ablandar callosidades.
La miel es regeneradora, y por su capacidad para eliminar bacterias, y favorecer la curación de heridas y quemaduras, se suele utilizar también en tratamientos de belleza.
¿Qué deciros entonces del limón? Es astringente, lo que nos permite regular los niveles de grasa en la piel, por lo que nos ayudará a cerrar poros, evitar el acné y los puntos negros. También es antiséptico, por lo que a su vez trataremos las manchas de la piel.
Como véis, se trata de tres productos de un alto valor que están, hoy en día, al alcance de todos.
¿Cómo preparamos esta receta? Pues es muy sencilla.
Calentamos en un cazito la cera de abeja natural de una vela hasta que se haga líquida e incorporamos el zumo de un limón y un par de cucharadas de miel, removemos bien y dejamos enfriar.
Yo lo aplico por el cuerpo con un guante mediante círculos y lo dejo actuar un ratito. En la cara me hago una mascarilla y la dejo 20 minutos. En las manos aplico la mezcla y me pongo unos guantes de látex; lo dejo actuar también durante 20 minutos. Ya veréis lo suave e hidratada que os queda la piel.
Recordaros no utilizarla en el contorno de ojos y labios, ya que son zonas más sensibles.
Comentaros también que la crema se queda con grumitos al enfriar la cera, que es la que hace de exfoliante al aplicarlo sobre la piel.
RECOMENDABLE HACER LA MASCARILLA POR LA NOCHE ANTES DE DORMIR!!! Ya que NO DEBE DARNOS EL SOL después de haberla utilizado.
Os animo a probarla y que me contéis que tal os ha ido y si os ha gustado!!!!
Aprovecho para invitaros a mi mundo Maluni en http://geluni.blogspot.com en el que podréis encontrar otros temas a parte de belleza. Esta semana he hecho un par de empanadas buenísimas y también hemos viajado a través de la naturaleza en una pequeña excursión de la que os enseño las fotos... En fin, un montón de cositas que me apetece compartir con todos vosotr@s. Anímate!