Piel mixta
Está formada por dos tipos de piel: normal o seca, y grasa o con impurezas.
La zona T, que incluye frente, nariz y barbilla, es más grasienta que la de otras zonas, brilla y tiende a desarrollar impurezas. En cambio, la zona de las mejillas es normal o incluso seca, si no la hidratas a diario se resecará y generará una sensación de tirantez. Es importante eliminar la grasa con suavidad para evitar granos y espinillas sin dejar de cuidar las zonas secas. No es recomendable limpiar la cara más de dos veces al día: una por la mañana y una por la noche, de lo contrario empeorará.
Utiliza una crema ligera con bajo contenido de aceite y aplícala con moderación en la zona T. Es fundamental que la crema aporte una hidratación profunda y al menos su textura sea ligera.
A la hora de maquillarte utiliza una crema de día de pigmentación discreta. Los mejores maquillajes para este tipo de piel son los que no tienen aceite con efecto matificante, ya que absorberán el exceso de sebo, incluso pequeñas gotas de sudor. Para ayudar a fijar tu maquillaje, utiliza polvos translúcidos o compactos,
Piel seca
Cuando la piel comienza a perder humedad puede percibirse en forma de tirantez o aspereza. Si esta sequedad no se trata en el comienzo, puede progresar y convertirse en piel muy tirante, escamosa, cuarteada o pruriginosa. Es posible que aparezcan líneas inducidas por la sequedad que contribuyen al envejecimiento cutáneo prematuro y a la formación de arrugas.
Utiliza productos sin perfumes, colorantes ni parabenos. Necesita una pauta de cuidado cutáneo completa que incluya limpiadores, hidratantes y filtros solares apropiados. Busca cosméticos que humecten, por ejemplo, bases líquidas, rubores o sombras en crema. El primer suaviza el rostro y sella la humedad en la piel. Debes aplicar tu maquillaje con brochas suaves y haz presión tan solo en los lugares más resecos (frente y mejillas).
Remedios y productos naturales, como el té verde o la glicerina aportan alivio a pieles secas y dañadas.
Piel grasa
Si tu cara presenta poros dilatados, puntos negros, brillos y aspecto grasiento tu piel es grasa.
Existen diversas causas y factores que pueden provocar exceso de sebo en el rostro. Lo ideal es poner fin a este tipo de problema es seguir un tratamiento específico tras un diagnóstico en profundidad. Pero no es tan malo como parece, gracias al exceso de sebo tu rostro nunca se verá apagado. ¡Y asegúrate de mantener una buena higiene en brochas y cosméticos! Las bacterias tienden a acumularse más en las pieles grasas.
Los 10 productos imprescindibles para tu rutina diaria son:
1. Crema hidratante.
2. Agua micelar.
3. Protector solar.
4. Exfoliante.
5. Base de maquillaje.
6. Coloretes y sombras.
7. Herramientas para aplicar el maquillaje: las brochas.
8. BB Cream.
9. Prebases.
10. Otros cosméticos específicos.
Piel sensible
Es una piel reactiva y con poca tolerancia a las agresiones externas. En la juventud se presenta en un cutis terso y luminoso, libre de impurezas o granitos. A medida que se van cumpliendo años se desarrollan los síntomas de hipersensibilidad. Las personas que padecen este tipo de piel suelen tener problemas de enrojecimiento cutáneo y notan que la piel reacciona con facilidad al contacto, el roce, el frío o el calor.
La piel sensible necesita mucha más atención que cualquier otra, por eso es necesario tomar ciertas medidas a la hora de llevar a cabo su limpieza, hidratación y uso de cosméticos de belleza.
1. Utiliza un hidratante adecuado:
Las principales marcas tienen en venta productos formulados para calmar las rojeces. Es importante que no escatimes en el tiempo necesario para este paso. Ya que hay que esperar a que los principios activos de la crema actúen sobre la piel antes de aplicar la base de maquillaje.
2. Aplica corrector o primer de color verde:
Este tipo de correctores sirven para compensar las zonas enrojecidas del rostro típicas de las pieles sensibles. Asegúrate de que sean apropiados para pieles sensibles.
Aplica el correctos con un pincel o las yemas de los dedos directamente en la zona enrojecida. La prebase se aplica por todo el rostro para que el tono sea uniforme.
3. Maquillaje:
Escoge siempre bases con fórmulas específicas para pieles sensibles (hipo alergénicas o alta tolerancia). La idea es reducir al mínimo el contacto con la piel. Opta por correctores fluidos para evitar el enrojecimiento.
4. Herramientas para aplicar el maquillaje:
Lo ideal es aplicarlo con una esponja humedecida o con las yemas de los dedos. Otra opción es emplear una brocha con el pelo muy suave (como la mofeta).
5. Sella el maquillaje:
Este tipo de piel además tiene tendencia a los brillos. Puedes sellar el maquillaje con una fina capa de polvos translúcidos. Si quieres una mayor sensación de confort rocía agua termal sobre todo el rostro y llévala contigo siempre. De esta forma refrescarás la tez y evitarás el enrojecimiento.
6. Limpieza de maquillaje:
Utiliza limpiadores sin jabón y agua micelar cada noche. Trata de evitar en lo posible el contacto directo con el agua para no resecar en exceso el cutis.
Nota: Limpia tus brochas y esponjas una vez por semana para minimizar el riesgo de alergias o irritaciones. Pon atención al resto de elementos de maquillaje (sombras, labiales, máscara de pestañas, khol...), deben tener una alta tolerancia a pieles sensibles.
Piel normal
Se caracterizan por tener un buen equilibrio, ya que no son demasiado grasas ni demasiado secas. ¡Puede usar cualquier tipo de maquillaje! Aunque no te olvides de tomar precauciones para evitar que aparezcan puntos negros o espinillas. Los cosméticos hipo-alergénicos ayudan a prevenir estos problemas.
En cuanto a tu rutina de maquillaje limpia e hidrata la piel todas las noches. No necesitas nada más.