El aceite de oliva es uno de los mejores elementos para las mascarillas, de hecho actúa como mascarilla sin mezclar con nada. Contaba mi abuela que ella de toda la vida, antes de acostarse se pasaba un algodoncito impregnado en aceite por la cara, y la verdad es que la mujer, a sus ochenta y muchos, tiene un cutis que ya quisiéramos muchas.
Me imagino que no será muy recomendable para las que tengáis el cutis graso, pero yo si lo uso cuando salgo de la ducha y tengo alguna irritación en la cara, de esas que salen por falta de hidratación y por tener la piel muy seca.
Además es bueno, una vez a la semana, embadurnarse la cabeza con aceite, hacerse un moño de esos cómodos que te dejan seguir con tu actividad normal, y dejar que el aceite penetre en el pelo. Y un buen rato después lavarse la cabeza. Creo que lo hidrata mejor que cualquier mascarilla del mercado.
Para las uñas fuertes también es un buen remedio, y conozco más de una que antes de acostarse aplica aceite en las uñas y duerme con guantes para no pringar la cama. Si dormir con guantes no os parece lo mejor, podéis aplicar el aceite y pasada media horita o así lavaros las manos.
Además como peeling casero funciona de maravilla, como seguro que ya sabéis, mezclar yogur y azúcar y aplicarlo en la cara con un masaje suave. Y que sea suave por favor, que al fin y al cabo estamos tratando con piel delicada!