Mi pelo siempre se ha caracterizado por su encrespamiento. Pienso en fotos mías de pequeña, en el patio del colegio con mis compañeras antes de ir de excursión, y me recuerdo con mis mallas por la rodilla, mi mochila, mi coleta alta y una aureola de pelo erizado alrededor de mi cabeza :s Con el tiempo, los tintes, las planchas… la cosa ha ido a peor, mucho peor. Ahora además del frizz, tengo que luchar con la sequedad de mi cabello y mis puntas quemadas, no, achicharradas. Pero parece que he descubierto la solución… o no.
Mascarilla casera con aguacate para el pelo estropeado. ¿Éxito o fracaso?
Depresión post mechas
Llevo unos días sientiéndome fatal por el pelo. Llena de rabia e impotencia. Harta.
Lo tenía largo, media espalda o más, y me lo corté hace unos meses justo por debajo de los hombros. Además me hice unas mechas balayage, que a diferencia de las californianas dan un look más natural (no es un franja rubia al final de la melena). Tenéis más info al respecto aquí.
(Fuente: Pinterest)
Este nuevo color me encanta como me queda, pero ha empeorado aún más mi situación. Tanto que para que el pelo se me quede medio bien tengo que planchármelo todos los días, lo que ha conllevado que aún lo tenga más encrespado, seco, con las puntas quemadas y algún mechón (como el del flequillo) para cortar.
Si no me lo plancho parace una peluca barata, y si lo hago, ya ni si quiera tengo un liso bonito, sino tieso.
Tan mal lo tengo que llevo unos días recogiéndomelo para que no se me vea mucho :s
Hasta el moño (encrespado) de los productos milagrosos
Estoy harta de probar productos supuestamente milagrosos. El último, con testimonios “reales” aseguraba una solución definitiva. Mentira, o por lo menos en mi caso no ha funcionado.
He probado todo y de todas las marcas. Algunos hasta me han estropeado aún más el pelo y los he tenido que regalar casi sin empezar.
Mi situación, como os podéis imaginar es bastante desesperada. Así que a principio de esta semana me planteé probar algo natural y dejar un poco de lado la cosmética artificial.
Los productos naturales, ¿un rayo de luz?
Después de indagar por internet, leer cientos de post y ver muchísimos vídeos de YouTube, encontré una receta a base de hojas de apio y agua que parece ser que ayuda a alisar el pelo. Después de buscar en tres supermercados encontré apio, pero sólo los troncos, con las hojas cortadas, así que no lo compré por miedo a tentar a la suerte…
Volví a casa y seguí buscando hasta que encontré una mascarilla casera a base de aguacate, yema de huevo y, en algunos casos unas gotitas de aceite de oliva virgen extra.
Le estuve un día dando vueltas y al final me decidí. Así que ayer me compré un aguacate mediano, bien maduro y preparé la mezcla. En mi caso sí le añadí unas gotitas de aceite.
He visto vídeos en los que primero se lavan el pelo y otros que lo hacen en seco. Yo como lo tenía limpio de la noche anterior, simplemente lo desenredé y apliqué de medios a puntas y además me eché un poco en el mechón quemado (más bien torrado) del flequillo.
Intenté peinarlo con un peine de tenedor pero la masa estaba tan compacta que casi parto alguna púa.
Recogí el pelo con una pinza y esperé media hora.
(Fuente: Pinterest)
Cuando quité la pinza el pelo se quedó en la misma posición, recogido. Parecía… cemento. Duro como una piedra. Me temí lo peor.
Comencé a dejar correr el agua sobre mi cabeza. Aquello seguía compacto y me empecé a cabrear y con ganas casi de llorar. De hecho mientras lo mojaba pensaba en que iba a escribir un post cuyo título sería: “No te hagas esta mascarilla si no te quieres quedar calva”.
Pero poco a poco se empezó a reblandecer hasta que finalmente lo pude lavar con champú y finalmente apliqué la mascarilla y enjuagué.
Mascarilla de agucate, sentimientos agridulces
Me dejé un ratillo el pelo liado con la toalla, por cierto he leído que para evitar el frizz lo mejor es un frotar con la toalla si no quitar el exceso de agua dando pequeño apretones e intentar utilizar una toalla de gamuza. Después me apliqué, que nunca lo había hecho (y puede que fuera parte de mi problema) un protector de calor. Éste que he comprado pone que también previene el encrespamiento. Y comencé a secarlo.
He confesar que odio secarme el pelo. No tengo paciencia. En seguida se me cansa el brazo, me canso yo, me da calor…
Así que lo sequé hasta que sólo se quedó un poco húmedo… y me fui al ordenador a trabajar en el blog. Mientras lo hacía me tocaba el pelo que ya se había secado y para mi sorpresa al tacto estaba muy suave. Seguí escribiendo, tanteándomelo de vez en cuando y sonriendo.
Al rato volví al baño y al mirarme en el espejo se me quitó la sonrisa de golpe al ver que el pelo estaba bufado… Cuando se me quitó el enfado inicial lo analicé detenidamente y vi que realmente estaba algo menos hinchado de lo normal y lo que si me sorprendió fue que la punta quemada del flequillo, el mechón torrado que hoy le iba a decir a mi peluquera que me cortara y puntas estilo cepillo de cerdas… habían desaparecido
Así pues, estoy muy contenta por el efecto “hidratación” y un poco decepcionada con el antiencrespamiento. Pero la verdad es que sólo lo he utilizado una vez, así que he decido hacerlo una vez por semana, y a ver lo que pasa. Seguiremos informando…
A la segunda va la vencida
Una semana más tarde volví a hacer la mascarilla y a aplicármela en el pelo. En esta ocasión le añadí un poco más de aceite de oliva y la volví a dejar reposar media horita.
Pasado el tiempo de espera, al intentar retirármela, volvió a cundir en mí el pánico. Realmente cuesta mucho trabajo quitarla.
De nuevo dejé secar el pelo liado en una toalla y cuando ya estaba muy poco húmedo procedí a secarlo y alisarlo con la plancha, previa pulverización del protector de calor. Lamentablemente, esta vez el resultado tampoco fue el deseado.
En conclusión…
Creo que esta mascarilla a base de aguacate, yema de huevo y aceite de oliva virgen extra está bien para hidratar el pelo pero, personalmente, a mí no me ha ayudado a conseguir el cabello más lacio, que no liso, que ando buscando.
Sinceramente, creo que el esfuerzo de preparar la mezcla, mancharlo todo (cocina, baño…), aplicarla, retirarla (sobre todo este último paso), no compensan
Pero no tiro la toalla, y seguiré probando con otras mascarillas a base de productos naturales
* Nota: dicen que no hay dos sin tres… Mientras terminaba de redactar esta entrada me di cuenta de que me faltaban algunas fotos para ilustrar mejor el texto, así que hoy he vuelto a preparar otra mascarilla. Y ya que la tenía hecha, no la iba a tirar… He de puntualizar que hoy me he humecido un poco el pelo antes de ponérmela y que mientras tenía aplicada la mezcla me he puesto un gorro de ducha para que penetrara mejor. El proceso (tanto para aplicarla como para retirarla) ha sido más sencillo. Aún así, no me termina de convencer el “invento”.
Y vosotros ¿sabéis de alguna mascarilla casera que hidrate y mitigue el encrespamiento?
* Un dulce besito *