Todo lo que necesitamos para llevarlo a cabo son dos correctores, en uno o dos tonos más oscuro que nuestro tono natural de piel y en uno o dos tonos más claro. El claro lo aplicaremos, generalmente, en forma de triángulo bajo los ojos y el centro de la frente, además de en las comisuras de los labios, el hueco de la barbilla, el arco de cupido y el centro de la nariz. El más oscuro irá destinado al hueco del hueso de los pómulos, los laterales de la frente y la nariz. No obstante, estas zonas podrán variar ligeramente según la forma de nuestro rostro, ya que se trata de crear armonía en nuestras facciones. Sí, todo esto lo puedes conseguir con un buen Maquillaje con contorno o cotouring.
No olvides difuminarlo todo muy bien para que el resultado parezca natural y no se noten cortes de color, además de matizarlo con polvos. Otra opción más natural sería sustituir el corrector oscuro por polvos mate marrones con un subtono grisáceo. ¡El resultado es espectacular! Aquí os dejamos algunas imágenes de chicas que han realizado esta técnica, ¡os sorprenderán!