1. Aplicamos una prebase antes de comenzar con el maquillaje. Pintamos nuestro rostro con una pintura facial en lápiz de color blanco, excepto los ojos. Difuminamos bien y sellamos con sombra blanca.
2. Rellenamos los ojos con un delineador negro y marcamos con una sombra del mismo tono.
3. Alrededor del ojo pintado, dibujamos unos pétalos con un eyeliner líquido negro. Rellenamos los pétalos con un pigmento fucsia y completamos con unos puntos de color verde entorno al ojo.
4. A los ojos, pintados con la sombra y el delineador negro, le podemos poner brillo con una brocha y acentuar así, el maquillaje.
5. Marcamos el pómulo con un pigmento negro y otro marrón.
6. Pintamos la punta de la nariz, en forma de triángulo, con el delineador negro.
7. Maquillamos los labios con un labial rojo y aplicamos una sombra del mismo tono alrededor, prolongando hacia el exterior. Intensificamos con sombra negra en esta zona.
8. Dibujamos los hilos de los labios como si estuviesen cosidos con el eyeliner negro en líquido.
9. Podemos completar el maquillaje con otros dibujos en nuestro rostro.
¡Idea muy sencilla!