Sabemos que los básicos están de moda. Y sabemos que unos jeans y una camiseta blanca constituyen los básicos por excelencia, los de todos los tiempos… Podrán pasar diez años, y la lista de básicos seguirá siendo encabezada por unos jeans y una camiseta (o camisa) blanca. Puede caer un meteorito y hacer añicos el planeta. No obstante, los jeans y la camiseta blanca quedarán flotando en algún lugar del cosmos. No sé dónde ni cómo, pero seguirán ahí. Porque son imprescindibles. Son ajenos al paso del tiempo. Atemporales, universales e indestructibles. En esos momentos en que rebuscas en tu armario con la intención de encontrar algo que sea sencillo pero con personalidad, puede que te pruebes cinco o seis modelitos antes de decantarte por uno de ellos. No obstante, acabarás tirando de jeans y camiseta. Y lo sabes. Es lo típico que te pones cuando quieres aparentar que llevas lo primero que has pillado, aunque te hayas pasado dos horas antes de decidirte. Y oye, siempre acaba resultando.
Y yo me pregunto: ¿cómo puede aportar tanta personalidad un par de prendas de origen ancestral (vale, exagero un poco)? Pero, ¿no os lo habéis preguntado nunca?
Resulta que están en la lección 1 de básicos de toda la vida, y sirven para despuntar en el street style. Es paradójico. Aunque, verdaderamente, hay tantas cosas que no tienen explicación en estos tiempos que corren…
Por otra parte, podéis elegir la modalidad que deseéis. Es como el mundo de las “Barbie”. Hay tantos tipos diferentes como estrellas en el cielo. Así que podéis elegir el total white de aire deportivo. Creo que es lo más sexy del mundo después del LBD. El de “sé que tengo la tripa como la tabla de planchar y la voy a lucir…, porque yo lo valgo”. Y en la línea de los botines cow girl, acompañar al look de chaqueta motera en tonos claros. Si tienes una entrevista o tu oficina es regida por las leyes de la formalidad, la opción cuatro es la tuya (siempre tienes la posibilidad de llevar unos salones en el bolso). Y si se avecina una cena y quieres parecer interesante (además de serlo), la cinco es la tuya. Yo me quedo con ésa. Unos mocasines originales también contribuyen a destacar. No hay más que verlo.
Finalmente, si en verano no soportas los vaqueros y prefieres los vestidos. Te traigo dos outfits que bien pueden equivaler a los básicos por antonomasia: vestido corto y sueltecito, blanco o estampado, con unas Converse blancas o las Stan Smith.
Y porque sé que lo sabéis, pero nunca está de más recordarlo, la próxima vez que penséis: “¿qué me pongo?” Y no déis con el modelito adecuado, rescatad los jeans que mejor os sienten y vuestra camiseta blanca preferida. Y no se os olvide pisar fuerte; la actitud corre de vuestra parte.
Imágenes: Vogue.
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