Tendemos a llamar depilación láser a las dos formas de eliminación definitiva del vello, que son la luz pulsada intensa (IPL) y el láser, dentro del cual, existen distintos aparatos (alejandrita, rubí, diodo...) La elección de uno u otro, dependerá de cada caso y deberá ser el experto quien decida, ya que hay factores como la edad, la zona a depilar, el sexo, las hormonas, el tipo de piel y pelo y su color, que hacen que sea más efectiva una u otra opción o, incluso, la combinación de varias. Hoy vamos a hablar, de la mano del Instituto Médico Láser, de la depilación láser y profundizaremos en el aparato alejandrita.
La depilación mediante láser se basa en la acción denominada fototermolisis selectiva, que consigue destruir el vello mediante una luz altamente concentrada y de gran precisión que se desplaza en línea recta y es absorbida por el pigmento de los folículos. Esta luz emite pulsos de fracciones de segundos que vaporizan el pigmento y eliminan el vello impidiendo que vuelva a crecer. Los equipos de depilación láser disponen de unos dispositivos que protegen y enfrían la piel antes durante y después del pulso. Aproximadamente el 80% de los pacientes son mujeres, que solicitan depilarse, sobre todo, piernas, ingles y axilas, aunque cada vez hay más hombres que se animan a depilarse de forma definitiva, sobre todo el pecho y la espalda.
El láser alejandrita emite una longitud de onda de 755nm. Penetra bastante en la piel, por lo que se puede utilizar en pieles oscuras (hasta el fototipo 4, para las más oscuras, es mejor el láser de diodo.) Puede ser de pulso fijo o variable y algunos equipos incorporan un sistema de escáner que permite tratar zonas más amplias. Tiene la ventaja de ser bastante rápido y el inconveniente de no ser apto para la depilación facial. ¿Cómo funciona? una acumulación de calor en el vello hace que se desactiven los folículos que se encuentran en fase de crecimiento activo. El número de sesiones necesarias también dependerá de distintos factores del paciente, aunque en términos generales podemos decir que está entre 6 y 8, siendo las axilas, las ingles y las piernas las zonas que mejor responden al tratamiento por ser pelo grueso y pigmentado.
La mayoría de los pacientes toleran bien la sensación que produce el láser, que es como un calambre, sin embargo para pacientes y áreas más sensibles, se puede aplicar una crema anestesiante de uso tópico. Entre las precauciones a tener en cuenta, se encuentran: evitar tomar el sol un mes antes y un mes después de cada sesión, no depilarse entre sesiones con sistemas de arranque del vello como pinzas o cera (la mejor opción es la cuchilla) y elegir un centro cualificado para realizar la depilación, pues mal aplicado, el láser puede producir quemaduras en la piel.