A pesar de ello, no debemos llevarnos a engaño. La sensación de placer que puede proporcionarnos unas bolas chinas, son muy diferentes de mujer a mujer. Debido a nuestra propia fisiología, el número de terminaciones nerviosas en el interior de la vagina difiere entre una y otra.
No obstante esto, las bolas chinas tienen una serie de beneficios terapéuticos que las hacen realmente interesantes para su uso cotidiano.
Veamos qué las hace tan especiales.
Cómo nos ayudan las bolas chinas
Hay circunstancias de la vida que pueden afectar al modo en el que se comporta nuestro cuerpo, y en el caso de las mujeres, un embarazo, la edad, ciertas operaciones o enfermedades, pueden provocar que la musculatura de la zona vaginal, el suelo pélvico y la colindante a la zona peri anal, pierdan tono. Esto que a priori no puede parecer nada dramático, puede acabar derivando, de no tratarse a tiempo, en pérdidas de orina, incontinencia, alteraciones en la sexualidad, la sensibilidad de la zona…Existen soluciones bastante sencillas para frenar y combatir esta problemática. Por ejemplo los conocidos ejercicios de Kegel, buscan tonificar esta musculatura para frenar o incluso restaurar los efectos de estos síntomas.
Cabe decir, que estos ejercicios consisten en contraer la musculatura de la zona vaginal a voluntad, a pesar de ser muy eficaces, son bastante aburridos de hacer. Normalmente consisten en contraer como si quisiéramos retener orina durante unos segundos, para luego relajarnos.
Las bolas chinas, al llevarlas introducidas en la vagina, obtienen un resultado similar pero sin tener que hacer ningún tipo de ejercicio. Los músculos interiores a la vagina se ven obligados a contraerse para mantener las bolas en su posición, pero de forma involuntaria, no te das ni cuenta.
Lo positivo de este producto es que, de paso que fortalecemos la musculatura, obtenemos una placentera sensación al caminar y al movernos. Por otra parte, desarrollamos una capacidad especial de sentir nuestro propio cuerpo, que no conseguimos con los ejercicios de Kegel, ni con otros accesorios.
¿Cómo elijo unas bolas chinas adecuadas?
Ante todo, asegúrate de acudir a una tienda erótica de confianza que reúna todos los permisos necesarios, con el fin de conseguir unas bolas chinas de calidad.Siempre aconsejamos que empieces usando unas bolas básicas de peso ligero, de silicona médica y que además sean de un diámetro adecuado. No busques unas de un diámetro muy pequeño al principio, porque los músculos del suelo pélvico no trabajarán lo suficiente.
Es mejor que tus primeras bolas chinas sean de tamaño medio y ligeras, ya que eso te obligará a contraer fuertemente las paredes vaginales para sustentarlas en su posición una vez las lleves puestas.
Por supuesto, al principio usa un gel lubricante de calidad antes de introducirlas para facilitar la tarea. En poco tiempo estarás pensando en cómo es posible que vivieras sin ellas.
Conclusiones
Como has podido ver en este artículo, las bolas chinas no son solo un juguete sexual que te proporcionará sensaciones novedosas y muy placenteras, sino que lo que las hace realmente interesantes son las capacidades médico-terapéuticas que tienen, y que nos ayudan a prevenir los temidos efectos del debilitamiento del suelo pélvico, entre otras.Da el paso, y aprende a usarlas. Seguro que no te arrepientes