El día de hoy estaremos hablando de las cosas que no haría en el pelo afro, en el artículo de hoy quiero compartir contigo cinco prácticas (más dos) que jamás llevaría a cabo con mi pelo afro. Si bien algunas de ellas las practicaba en el pasado, ahora que conozco más mi cabello, no las volvería a hacer.
Evidentemente, no tienes por qué coincidir conmigo. Al final, se trata de decisiones personales, pero a día de hoy, intento cuidar de mi cabello de una forma lo más respetuosa posible, entendiendo sus necesidades y buscando productos, tratamientos y técnicas que no lo dañen y lo ayuden a estar sano.
Estas son las cosas que no haría en mi pelo.
1. Abusar del calor. Está clarísimo que aplicar calor no le viene bien al pelo afro. A ningún tipo de pelo, en realidad: secarnos la melena con el secador, sometiéndolo a altas temperaturas y luego, además, abusar del uso de la plancha a diario.
El uso del secador elimina la humedad del cabello y además reseca las cutículas. Una cutícula reseca se vuelve quebradiza y rígida, y peinar un cabello con cutículas rígidas, causa una rotura de fibras considerable.
Las planchas, por su parte, también dañan el cabello, pero de forma diferente a la que lo hace el secador. Si planchas tu cabello en seco, las cutículas se agrietarán; si planchas tu pelo mientras está húmedo, el burbujeo que provoca el calor de la plancha contra el cabello húmedo causa pequeñas ampollas diminutas que, al final, también conllevan rotura y puntas abiertas.
2. Usar parabenos, aceites minerales y siliconas. En realidad, esto es una opción muy personal, pero los parabenes son perjudiciales, no solo para el pelo, sino también para el organismo en general. Puedes leer la breve guía sobre parabenes que publiqué en mi blog para saber cómo afectan al organismo.
Los aceites minerales y las siliconas, aunque inicialmente aportan brillo y manejabilidad, acaban resecando el cabello y provocando su rotura, así que te recomiendo que leas las etiquetas de los productos para evitar el uso de estos productos. ¿Quieres saber más sobre las siliconas y los aceites minerales? Lee este post sobre las siliconas y los aceites minerales que mi colaboradora Verónica Soares, estilista, publicó recientemente en mi blog.
3. Confiar el cuidado de mi cabello a cualquier persona. Esto lo digo porque muchas veces resulta que hay salones en los que las personas que atienden tienen una formación de dudosa fiabilidad. No digo que pase en todas las peluquerías, pero sí he tenido la mala suerte de topar con algunas personas que realmente me hicieron destrozos en el cabello. En este vídeo expliqué algunos ejemplos. Y también puedes leer por qué no me gustan las peluquerías afro para acabar de saber a qué me refiero.
4. Teñirme. No me gustan los tintes, y menos si llevan productos químicos que resecan, debilitan y estropean el cabello. Existen alternativas más naturales, como por ejemplo el uso de la henna, así que teñirme no entra en mis planes. De momento tampoco me he animado con la henna porque... ¿qué pasa con las canas? ¿Por qué hay que taparlas?
5. Desrizarme. No volvería a deslizarme el cabello, ni a pasar por esas sesiones de maltrato para mi cabello, ni esas sesiones de peluquería eternas en las que, además, me dejaba un dineral. Hoy sé que el cabello afro es totalmente manejable y versátil, así que desrizarme para mí no es una opción.
Esta son las cinco cosas que puedes ver en este vídeo que publiqué hace algún tiempo y que te dejo aquí:
Además de estas cinco cosas que no haría, quisiera añadir un bonus track, como en los álbumes de los cantantes, con dos otras prácticas que últimamente estoy oyendo mucho y que me preocupa y por eso quiero hablar de ellas.
6. Usar pastillas anticonceptivas. Existe la creencia popular de que las pastillas anticonceptivas pulverizadas y mezcladas en el champú aceleran el crecimiento del pelo afro. Lo único que quiero decir al respecto es que tenemos que ser conscientes de los riesgos de la automedicación, y que las pastillas anticonceptivas se deberían usar bajo prescripción médica. Es peligroso utilizar medicamentos que contienen hormonas para objetivos diferentes de los que tienen. Ahí lo dejo.
7. Usar creolina. Otra de las prácticas habituales para hacer crecer el pelo afro es usar creolina. Algunas blogueras y muchas comunidades de mujeres en la red (páginas de Facebook y foros) hablan de los beneficios de la creolina para hacer crecer el cabello. Bien, la creolina es un compuesto que se usa para la limpieza industrial y la desinfección, y también se usa como tratamiento tópico para desparasitar a los animales de ganado.
La creolina es una sustancia nociva y tóxica para las personas, y por eso no está diseñada para ser usada en el cabello humano. Lo que puede producir la creolina, en todo caso, es pérdida del cabello, o sea: lo contrario de lo que se pretende conseguir. Y no quiero ni pensar en los efectos que debe tener, a nivel interno, la absorción por parte del cuerpo de tanta sustancia tóxica. Porque hay quien cree que lo que nos ponemos en la cabeza no pasa al torrente sanguíneo, pero sí que pasa. Todo pasa al organismo, así que cuidado con eso.
¿Sabías del peligro que tienen estas prácticas para el pelo?
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