1-PIES SUAVES CON AGUACATE: Si tras el invierno notas tus pies resecos y ásperos, prueba a formar una pasta chafando la pulpa de un aguacate, medio yogur, una yema de huevo y una cucharadita de sal. Aplica la mascarilla, masajeando de forma suave los pies y deja que actue durante 15 minutos. Transcurrido este tiempo, retira con agua tibia y embadúrnalos con aceite de almendras dulces (loción hidratante y protectora, muy apreciada en el cuidado de los pies, por su rápida absorción).
2-PIES SIN DUREZAS CON CEBOLLA Y SAL: parte una cebolla por la mitad, vacía un poco las capas del interior con un cuchillo, rellena el hueco con sal y dej que repose toda una noche. El líquido que exuda este macerado, reblandece al momento las durezas de lostalones y de la planta de los pies. Repite la aplicación 2 o 3 veces por semana. 3-ADIOS AL MAL OLOR CON BÁLSAMO DE ROMERO: con el Romero y la Salvia, ademá de aliviar los pies cansados, conseguirás regular la excesiva transpiración y evitar el mal olor. Puedes comprar un bálsamo a base de estas plantas o prepararlo en casa vertiendo sobre dos cucharadas de romero, una taza de agua hirviendo. Deja que repose unos minutos, filtra y agrega 3 gotas de aceite esencial de salvia. Aplica esta loción tras la limpieza diaria y sin aclarar, seca los pies con una toalla.
4-MIMA LOS PIES DOLORIDOS CON UN BAÑO DE AVENA: cuando hayas andado mucho y llegues a casa con los pies doloridos, hierve durante 5 minutos, dos tazas de copos de avena en 4 litros de agua. Cuando se enfríe, añade una tacita de bicarbonato y sumerge los pies durante unos minutos. Este tratamiento relajante, alivia el dolor de los pies y ayuda a deshincharlos. 5-PON FIN A LOS TALONES AGRIETADOS:-La solución herbal: Debido a su doble efecto antiséptico y cicatrizante, dos de los remedios que se muestran más útiles en caso de grietas en los talones son el aceite de hipérico y el de tepezcohuite (también llamado de Chiapas o de mimosa). Estas lociones, de venta en herbolarios y parafarmacias, también se utilizan para curar pequeñas contusiones y torceduras.-La solución dietética: según los expertos, la aparición de estas lesiones se debe a una dieta baja en zinc y ácidos grasos Omega 3. Para prevenirlo, aumenta la ingesta de frutos secos (sobretodo nueves y piñones), semillas, pescado azul y quesos curados. 6-ACABA CON LOS HONGOS DE LOS PIES: si te sudan mucho los pies o caminas descalzo por vestuarios públicos (gimnasios, piscinas, etc), es muy fácil que tus pies acaben sufriendo la presencia de hongos, algo que padecen 7 de cada 10 personas en algún momento de su vida.-Ponles fin de forma natural: con el aceite esencial del árbol de té y el extracto de própolis, tendrás muy buenos resultados. Vierte dos o tres gotas de cualquiera de estas lociones, de potente acción antiséptica, directamente sobre la lesión, un par de veces al día durante 6 semanas. Notarás los resultados.-Para prevenir su aparición: usa calcetines y calzado de materiales transpirables y mantén una escrupulosa higiene diaria. Prepara 2 ó 3 veces por semana una decocción de tomillo, enebro, nogal o salvia, utilizando 20-30gramos de cualquiera de estas plantas por litro de agua. Deja que hierva 10 minutos, filtra y sumerge los pies en el preparado unos minutos. Después de secar meticulosamente los pies, aplica una crema de caléndula o de árnica, dos excelentes fungicidas naturales.
7-PREPÁRATE UN BOTIQUÍN DE PRIMEROS AUXILIOS, NATURAL: hay algunos ingredientes que no deben faltar en nuestro botiquín por la cantidad de propiedades que tienen. Algunos de los más importantes son:-CALÉNDULA: tanto en infusión como en crema y el aceite de los pétalos de esta flor, ayudan a suavizar las duricias y a curar las ampollas y las rozaduras de los pies, gracias a su acción desinfectante y regeneradora.
-ALOE VERA: el gel que contienen sus carnosas hojas, refresca los pies hinchados por el calor y acelera la curación de las escoceduras.
-LIMÓN: las fricciones con el jugo de limón refuerzan la fina piel de los pies. Para curtir unos pies muy sensibles a las agresiones, mezcla el zumo de limón a partes iguales con té negro o con una infusión de hojas de nogal. Si tienes callos, sumérgelos en agua caliente y, una vez secos, frótalos con un gajo de limón.