A menos que lo tengas contraindicado por tu médico, el running te aportará todos estos beneficios: ponerte en forma, tener un corazón fuerte, prevenir algunas enfermedades como el Alzheimer o el cáncer, mantener el peso a raya, controlar el azúcar y el colesterol, reducir tensiones y estrés... Impresionante, ¿verdad?
Pero no puedes empezar a lo loco porque correr es una cosa muy seria y que implica grandes esfuerzos. Así, antes de nada debes informarte muy bien acerca de cómo empezar y qué precauciones tomar. Nosotros estamos aquí para guiarte. ¡Acompáñanos!
Lo primero: asegurarnos de que podemos practicarlo
Importantísimo. Antes de empezar a correr, lo primero que tenemos que hacer es asegurarnos de que nuestro cuerpo está debidamente preparado para ello. Una prueba de esfuerzo y una ecografía del corazón son dos pruebas que deberían hacerse todos los corredores.
Además, una mala pisada puede derivar en futuras lesiones, por lo que podemos acudir a un podólogo para que confirme que pisamos bien, si somos pronadores (cargamos el peso sobre la parte interior del pie) o supinadores (giramos el pie hacia el exterior durante la pisada). Tras un estudio detallado, este profesional nos dirá si necesitamos llevar plantillas para hacer una pisada correcta.
¿Qué equipación se necesita?
Una de las grandes ventajas de correr es lo económico que resulta, ya que con algo de ropa deportiva y unas zapatillas ya podemos salir a la calle y ponernos en movimiento. Aún así, conviene que tengas en cuenta lo siguiente:
- La ropa debe ser de un tejido sintético, ligero y transpirable. Y si tiene algún detallle reflectante, mejor que mejor, así podremos ser vistos por otros peatones y vehículos.
- Para las mujeres se recomienda el uso de un sostén deportivo que sujete el pecho con firmeza.
- Los calcetines mejor sin costuras, así nos ahorraremos alguna que otra ampolla.
- En días fríos podemos hacer uso de cortavientos (chaqueta o chaleco) porque son muy cómodos y ligeros.
- Las zapatillas son un elemento impresdindible y al que debemos prestar mucha atención. Lo mejor que podemos hacer es acudir a una tienda especializada para que nos aconsejen qué modelo nos conviene más en función de nuestra talla, peso, tipo de pisada, tipo de superficie sobre la que vamos a correr habitualmente y distancia media que vamos a recorrer en cada entrenamiento.
- Otros complementos que podemos llevar son una riñonera para guardar las llaves y otros objetos, una mochila o chaleco de hidratación, gorra, guantes, gafas de sol... y no olvidemos la crema en los días soleados.
Asimismo, la tecnología ofrece distintos dispositivos y wearables para facilitar la carrera y tenerla controlada: auriculares bluetooth para disfrutar de la música mientras corremos, pulseras de actividad con pulsómetro, GPS de muñeca para conocer las distancias de los recorridos, relojes deportivos inteligentes, etc.
Cómo empezar a correr
Aunque todo depende de tu edad y nivel físico en el que te encuentres (no es lo mismo empezar a correr si ya practicas habitualmente otros deportes que si llevas una temporada larga en modo sedentario), es evidente que no puedes empezar a correr maratones desde el primer día. El running requiere de constancia y paciencia, y que hay que empezar a practicar poco a poco.
El método más seguro y efectivo es empezar alternando carrera y caminar durante unos días. Por ejemplo, podemos intercalar un minuto andando y uno corriendo durante 20 minutos en total, e ir incrementando un minuto cada día: el segundo día dos minutos, el tercero tres... y, pasada una semana, caminar uno y correr cuatro. Siguiendo este esquema, pronto podremos empezar a correr sin necesidad de caminar. Pero si necesitamos parar de vez en cuando y dar unos pasos, ¡no pasa nada! Andar es un ejercicio sanísimo, aunque seguramente no tendremos que recurrir a él muy pronto.
Algo que a lo que todo corredor teme son las lesiones musculares. Una forma de prevenirlas es haciendo unos breves ejercicios de calentamiento antes de la carrera, y estiramientos al finalizar. Esto es fundamental.
Es más que suficiente con que salgas a correr tres días a la semana (incluso dos al principio). El cuerpo necesita reposar, así que es muy sano combinar los días de entrenamiento y descanso.
No olvides que en nuestro blog de Vivienda Saludable te damos los mejores consejos. ¡Te esperamos próximamente!