Es importante entender por qué se produce la grasa en nuestro cuero cabelludo. Las glándulas sebáceas son las responsables de producir sebo, el aceite natural que mantiene nuestro cabello hidratado. Cuando estas glándulas trabajan en exceso, provocan una acumulación de grasa que resulta en ese aspecto grasoso y pesado. Esto tiene que ver con nuestro cuerpo, pero a menudo empeoramos la situación utilizando productos secantes que provocan que el cuero cabelludo cree más grasa más rápido, cerrando el círculo vicioso de un pelo graso.
“Lo primero es optar por champús naturales con extractos de plantas que ayuden a regular la producción de grasa sin agredir la piel. Después, no lavar el cabello con tanta frecuencia, lo que puede provocar un efecto rebote en la producción de esa grasa que intentamos evitar. Cuando espaciamos los lavados, damos tiempo al cuero cabelludo a que se autoregule, por lo que podemos empezar de manera gradual permitiendo que la piel se acostumbre y comience a producir menos sebo”
La frecuencia ideal varía de persona a persona, pero como regla general, intenta comenzar lavándolo cada dos días y ve espaciando los lavados poco a poco: “Escucha a tu cuerpo y ajusta la frecuencia según cómo reaccione tu cuero cabelludo. Dos o tres veces en semana es el punto ideal para cabellos con tendencia a engrasarse”.
Además de elegir el champú correcto y espaciar los lavados, es crucial nutrir el cuero cabelludo con una dieta balanceada y rica en vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales. Además, puedes optar por tratamientos tópicos como mascarillas o aceites naturales con nutrientes que vayan directamente al cuero cabelludo sin provocar más grasa: “Algunos ingredientes como es el caso del pomelo, son conocidos por sus propiedades para regular la producción de sebo y mantener el cuero cabelludo limpio y fresco” – aconsejan desde Dalire.
Si no hacemos nada de lo anterior, poco va a mejorar nuestro problema. A todo ello puede ayudar algún tratamiento capilar de los muchos que se hacen en los salones de peluquería o centros de belleza, donde se realizan terapias reequilibrante que tienen como fin limpiar el cabello asfixiado por todo el exceso de residuos cosméticos, por caspa, sudor, tintes, etc y proteger el cuero cabelludo, reactivando la circulación periférica y estimulando el crecimiento del pelo.
¿Te apuntas al champu sin sulfatos?