COMO AFECTA EL FRÍO Y LA CALEFACCIÓN A NUESTRO CABELLO

Nos preocupamos mucho por los efectos del verano en el cabello y la radiación solar, pero el invierno no se queda corto sobre todo cuando es duro y hay nieve. La nieve crea un efecto pantalla que refleja y potencia la acción de los rayos solares llegando a tener incluso riesgo de quemaduras.

EL INVIERNO TIENE EFECTOS NOCIVOS EN NUESTRO CABELLO:

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Agentes como la lluvia, el viento, la humedad o las bajas temperaturas dañan la capa externa del cabello (la cutícula), alteran el cuero cabelludo y fomentan la deshidratación quedando la melena encrespada y seca. La caída del pelo puede ser mayor en esta época del año por los daños que se producen en el cuero cabelludo.

Con las bajas temperaturas, los vasos sanguíneos se dilatan menos y los nutrientes entran peor en el cuero cabelludo, las glándulas sebáceas trabajan menos por lo que hay más probabilidad de descamación, caída, deshidratación o de que enfermedades como la psoriasis o la dermatitis se agraven.

¿CÓMO AFECTA LA CALEFACCIÓN AL CABELLO?

La calefacción es uno de los medios que hoy en día tenemos para combatir el frío, pero es un factor bastante agresivo para el cabello. El contraste de temperatura de la casa a la calle, hace que el pelo se vaya volviendo áspero y poroso, la deshidratación se agrava porque se pierde la humedad natural, la elasticidad disminuye y se vuelve frágil, quebradizo,

CONSEJOS PARA CUIDAR Y TRATAR EL CABELLO EN INVIERNO:

Es muy común utilizar gorros y sombreros para combatir el frío pero su uso continuo puede aumentar la sudoración, estimular las glándulas sebáceas, apelmazar las raíces y resecar las puntas. No tengas el gorro puesto en interiores o si no hace mucho frío, así evitaremos ese uso continuado.

En esta época, por no salir a la calle con el pelo mojado, hacemos un uso más abusivo del secador, utiliza un secador que lleve incorporado regulación de temperatura en la más baja posible, para evitar que el calor estropee la fibra capilar (no olvides aplicar antes de su uso un poco de protector de calor).

Cuidar la alimentación es clave para un cabello sano en invierno. Se deben incluir alimentos antioxidantes con Vitaminas E y F (aceite de girasol, frutos secos…), zinc (carnes rojas o legumbres), minerales como el hierro (presente en las espinacas, alcachofas, almejas o mejillones entre muchos otros), Vitaminas B5 y B6 (cereales integrales, huevos, lácteos…), Vitamina C (presente en los cítricos) y ácidos Omega 6 y Omega 3 que se encuentra en el pescado azul o en el aguacate por ejemplo. Bebe mucha agua para ayudar a la hidratación de manera natural.
RUTINA DE PRODUCTOS PARA LOS CUIDADOS DE INVIERNO:

El principal problema que debemos tratar durante los meses de invierno es la deshidratación y sequedad, para ello, se aconseja como rutina:

Utiliza productos hidratantes y nutritivos normalmente catalogados como productos para cabello estropeado o seco.

Después del lavado, utiliza de manera continuada un producto suavizante reestructurador y humectante, un acondicionador o suavizante de igual modo, para cabello seco y estropeado.

Una vez a la semana aplica un producto de tratamiento nutritivo como serum ricos en aceite o mascarilla.

Haz el último aclarado con agua lo más tibia posible. Éste sencillo gesto permitirá que se cierre la cutícula manteniendo la hidratación natural del cabello (dentro de lo posible) y dejando un mejor acabado.

No frotes el cabello con la toalla después de lavarlo, si lo haces, provocarás más frizz en él, sécalo liándola a modo de turbante o a golpecitos pero sin frotar. El mejor material para secar el cabello son las prendas o toallas de algodón.

Si no es posible secar a temperatura ambiente, antes de utilizar el secador o la plancha, aplica un protector de calor en spray o espuma y regula el aparato con la mínima temperatura posible.
Feliz invierno.