Picor, rojeces, acné…Te damos algunos consejos para que la mascarilla no estropee tu cara
La primera función de la mascarilla es evitar que expulsemos el virus, en caso de que fuéramos portadores. Eso significa que la humedad procedente de nuestra respiración se queda en contacto con nuestra piel, y favorece la aparición de heridas y pequeñas infecciones .
A esto se suman los efectos del propio roce… En resumen, nuestra piel no puede transpirar bien y se defiende.Te ofrecemos aquí 6 consejos básicos ( y algunas herramientas) para evitar esas molestias:
La higiene es fundamental: Lávate la cara con jabón natural por las noches y sécala con cuidado.
Un poquito de sol y aire fresco: Busca un lugar donde puedas airear esa parte del rostro. Lo ideal, un lugar en el campo o la playa pero, si nos es posible, asómate a la ventana, aunque sea de noche. Y no desperdicies la ocasión de dar un paseo por el campo el fin de semana!
Agua termal: Las aguas termales son efectivas con las pieles sensibles gracias a sus minerales y oligoelementos. En la farmacia puedes encontrar varias: Vichy, Avène… En Esencias de Luna tenemos nuestro Rocío de Luna, que la combina con aceite esencial de árbol de té BIO. El árbol de té es antiséptico, antifúngico y anti-bacteriano.
Hidratación y nutrición: Aplica crema abundante, sobre todo en las zonas afectadas, sin ejercer presión. Aceites vírgenes de presión en frío como el de oliva o el de rosa mosqueta; activos de plantas y vitaminas, que ayuden a la piel.
Recuerda que la noche y el sueño son sus mejores aliados: acuéstate con la piel bien limpia y apórtale esos nutrientes que necesita reponer.
El contorno de los labios roza mucho mientras hablas, no olvides incidir con el labial en esta zona.