Aunque Karl ya no está, sí que el espíritu de Chanel se mantiene y Virgine Viard -la que fuera la mano derecha del Kaiser durante más de 30 años- sabe como hacerlo a través de los tejidos como el tweed, la enorme bisutería o el binomio blanco y negro.
Un desfile que evocaba aires renovados y quizá un poco más frescos, reflejados a través de siluetas más fluidas, vestidos y faldas más cortos o tejidos con acabados perlados
Será que estamos asistiendo a una renovación en la Maison francesa? Sólo el tiempo lo dirá.