Su fórmula está diseñada para desenredar, dar brillo y facilitar el peinado. Y en mi caso lo ha cumplido todo. Noto el pelo más fácil de peinar, aunque siempre me aplico mascarilla o acondicionador después de lavarme el pelo. También lo he notado más brillante y con menos tirones.
Su ingrediente principal es el tilo, que es una planta utilizada tradicionalmente para estimular el crecimiento del cabello y como depurativa del cuero cabelludo. Como su formulación es tan suave pueden usarlo también los niños, ya que tiene un 98% de ingredientes naturales.
Su formulación tampoco incluye siliconas, parabenos ni colorantes, para no saturar la fibra capilar y es biodegradable. Sus ingredientes proceden de la agricultura ecológica. Tiene sulfatos, eso sí.
El frasco de 300 ml cuesta 6.20 euros, que es algo caro. Lo bueno de Yves Rocher es que suele tener ofertas constantemente y te puede salir por la mitad.
¿Os gusta este champú? ¿Lo conocíais?