¿Y qué es el baking? Os preguntaréis muchas, una técnica de maquillaje que pretende disimilar las arrugas y los poros fijando el maquillaje, es decir una pasito más a lo que proponía el contouring, esculpir un rostro perfecto jugando con las sombras y maquillaje, o strobing que buscaba lo mismo pero iluminándolo.
Siendo sinceras el baking no es una técnica de maquillaje nueva, las principales maquilladoras de las celebrities llevan años utilizándola, pero si que es cierto, que gracias a los tutoriales de la bloguera de belleza Heidi Hamoud ha llegado al gran público, y ahora todas podemos practicar en nuestro rostro esta técnica de maquillaje.
Sin embargo, utilizar esta técnica requiere de mucha sutileza, el baking puede encumbrarte luciendo un rostro perfecto o puede ocurrir todo lo contrario, una catástrofe, ¿recordáis a Angelina Jolie en una premiere dónde se apreciaba perfectamente el maquillaje que llevaba, mostrando su rostro blanquecino ante los flashes? Pues bien, ese es un ejemplo de baking mal ejecutado.
Para que no nos pase como a Jolie, vamos a ver algunas tips para una correcta utilización del baking en tu maquillaje.
1. Empezamos aplicando crema pre-base en el rostro para que los productos que apliquemos después se adhieran correctamente y la textura sea perfecta.
2. Añade la base e iluminador para disimular las pequeñas imperfecciones de tu rostro y resaltar aquellas que quieras, como mejillas…
3. Cuando apliques los polvos en las zonas que quieres disimilar las arrugas, manchas y demás, que sea una capa ligera.
4. Dejalos actuar durante media hora antes de distribuirlos uniformemente con una brocha, así crearas el efecto baking que buscamos.
Al igual que con otras técnicas de maquillaje, el baking requiere su tiempo para conseguir el efecto deseas, nuestro consejos es que si tienes prisa, no lo hagas, ¡déjalo para un momento que no tengas el tiempo encima!