Celulitis blanda
Es aquella que se percibe fácilmente en un solo golpe visual. Existen zonas específicas en las que puede desarrollarse especialmente, como por ejemplo, en las piernas y en los brazos. Estos puntos vulnerables también se ponen en movimiento mientras caminas. Este tipo de celulitis suele estar asociada con los kilos de más, por tanto, también se agrava como consecuencia del sobrepeso o los cambios bruscos en la báscula.
Celulitis edematosa
Otro tipo es la celulitis edematosa que produce la imagen visual de la piel en forma de esponja o piel de naranja. Puede hacerte daño cuando presionas la piel en esta zona. Este tipo de celulitis suele estar vinculada con un problema de retención de líquidos que se hace visible en la zona de los muslos. Más allá de los cuidados estéticos para corregir este tipo de celulitis, lo ideal es poner el foco de atención en la alimentación sana, equilibrada y variada. La retención de líquidos que propicia la celulitis puede estar causada por una alimentación con exceso de sal o un consumo escaso de agua. Conviene reducir de la dieta los productos preparados y los fritos.
Celulitis dura
Este tipo de celulitis es especialmente frecuente en personas que tienen una piel tonificada. Los puntos vulnerables son los muslos y las rodillas.
Estos son los tres tipos de celulitis más habituales. Es un especialista quien debe elaborar el diagnóstico e indicar el tratamiento más adecuado para mejorar el estado de la piel.
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