Desde que las Umidoris entramos en la treintena nos ha dado por cuidarnos un poco, comer mejor, hacer ejercicio y darle caña a estos cuerpazos que nuestros padres nos han dejado en herencia.
Hoy os traemos una mascarilla casera y un exfoliante corporal muy fáciles de hacer y muy resultones. Con ingredientes básicos de cualquier despensa y al alcance del más escueto de los bolsillos.
Un par de consejillos para empezar:
Antes de aplicaros cualquier mezcla casera que hagáis, os aconsejamos testarla en la muñeca, por si vuestra piel es sensible y así evitar sufrir algún tipo de reacción.
La exfoliación hay que hacerla siempre de forma suave y en círculos, no me seáis animales.
Siempre, siempre, siempre, después de cada exfoliación tenemos que aplicar un hidratante en la piel.
Mascarilla exfoliante de miel y azúcar moreno
Ingredientes:
Una cucharada de azúcar moreno
Una cucharada de miel
La miel tiene propiedades antibacterianas e hidratantes y es un humectante, que atrae la humedad del aire a la piel. El azúcar moreno es rico en vitamina B y un excelente agente exfoliante que elimina las células muertas de la piel que hacen que tu piel se vea y sienta seca y escamosa.
Y juntos nos dejarán la cara como las de los angelitos del cielo, o cuanto menos, un poco más presentable.
El procedimiento es sencillo, en un botecito, o bol pequeño mezclamos la misma cantidad de azúcar moreno que de miel, en este caso, con una cucharada de ambas nos llegará.
Aplicaremos sobre la cara, con suaves movimientos circulares y dejaremos reposar durante 15-20 minutos en los que vuestra cara parecerá un bombón crocanti.
Exfoliante corporal de café
Ingredientes:
Café molido o posos de café
Aceite de oliva o aceite de almendras
El café contiene cafeína (os acabamos de descubrir América) y la cafeína es la base de todas las cremas anti-celulíticas, así que si tenéis la conocidísima piel de naranja, os encantará este remedio.
Coged un recipiente de cristal para hacer la mezcla y colocad en él el café molido, agregad poco a poco el aceite que hayáis elegido, ya sea el de oliva o el de almendras. Ambos son ideales para hidratar y nutrir la piel, por lo que la elección es cuestión de gustos. Removed la mezcla con la cuchara hasta obtener una especie de pasta bastante espesa.
Lo ideal es aplicarlo durante la ducha, pues debido al vapor los poros de la piel se encuentran bien abiertos y penetrará mucho mejor en las áreas a tratar. Aplícalo dando un masaje con movimientos circulares sobre aquellas zonas del cuerpo que desees exfoliar.
Después de usar el exfoliante de café, retiradlo con agua tibia y cuando salgáis de la ducha, no olvidéis aplicar una crema hidratante o humectante para mantener la piel en buen estado. Repetid la exfoliación una o dos veces por semana para obtener buenos resultados.
Esperamos que lo probéis y que os gusten. Nosotras, nos despedimos por hoy, que vamos a sacar de paseo estas caritas y estos cuerpazos exfoliados.