¡Viernes días!
Llevar vestidos está muy bien. A mi personalmente me encanta y me habéis visto en varias ocasiones tanto con Little White Dress (LWD) como con vestidos con estampados étnicos, de animales, vestidos con estampado tartán y por supuesto, con Little Black Dress (LBD) como en este caso, pero creo que este vestido es especial por su corte.
Recuerdo cuando mi abuela me decía que me pusiera falda de vez en cuando, que siempre llevaba pantalones y eso era vestir como un chico. Supongo que en aquel momento, en mi se juntaba la inseguridad de la adolescencia, con la búsqueda un poco de la propia identidad con, sobretodo, la comodidad de unos pantalones y una sudadera, una camisa o un suéter más ancho. Pues bien, para mi, este tipo de vestidos, sueltos en plan camisola son perfectos! De echo es uno de mis cortes favoritos pero últimamente son bastante complicados de encontrar.
Me gusta este tipo de vestidos sueltos por que da mucho juego: puedes combinarlos con un cinturón y tacones para un toque más formal, o llevarlos sueltos con oxford, bailarinas y un shopping bag para un look más cómodo sin perder el punto chic o jugar a dejar caer un hombro para que sea más sexy.
Completé el look con mi abrigo batín que me gusta mucho y además sus maxibolsillos son muy cómodos, con unos botines de cuña y aporté un toque de color con las gafas en verde menta ¿preciosas verdad?
Os dejo más fotos del look, espero que os gusten!
Abrigo: Stradivarius
Vestido: Sheinside
Botines: Mango
Gafas: Porsche Design
¡Un besazo y buen fin de semana!