El pasado domingo, Manuel y yo pusimos rumbo a Asturias para visitar la Comarca de la Sidra, una zona de la región que es famosa por su gran número de manzanos y sus lagares. Llegado el otoño, me di cuenta de que necesitaba fotos recogiendo manzanas, así que esa premisa nos sirvió como excusa para escaparnos de Salamanca un par de días.
Así acabamos en un lindísimo hotel rural de Argüero, en la zona de Villaviciosa. Del lugar os hablaré en el próximo post, pero os cuento que estaba a diez minutos del precioso pueblo pesquero de Tazones (¡Recomendadísimo!) y no muy lejos del otro pueblo costero de la zona: Lastres. Más conocido como el pueblo del Doctor Mateo.
Sí, mi cara en las fotos deja mucho que desear, pero es que estaba lloviendo y era incapaz de abrir más los ojos.
Lastres es un pueblo pesquero donde se rodó la serie del Doctor Mateo, que ha sido una de las pocas series españolas (junto con el Chiringuito de Pepe o Vis a vis) más o menos recientes que he seguido incondicionalmente. Esto no lo digo como una crítica a la televisión española, aunque tiene sus cosas, solo describo una situación objetiva.
Desde que empecé a ver más series a través del ordenador, mi consumo de ficción nacional descendió bastante. Hay que tener en cuenta que ya era bastante bajo porque, uno, en esa época todavía no era una gran consumidora de series en general, y dos, veía sobre todo canales de Imagenio.
El Doctor Mateo, sin embargo, fue una serie que marcó un poco mi vida. Al menos, es de las pocas que recuerdo con mucho cariño. Cuando la emitían, yo estaba muy enferma porque tuve muchos cólicos renales. Me sentía un poco desesperada y deprimida porque no tenía ni 18 años y ya visitaba continuamente el hospital sin que me dieran una solución viable. Para mí, Mateo era ese héroe médico ficticio que seguramente era capaz de curarme. Por algún razón, me daba esperanzas.
Solo como actualización personal: mis cólicos cesaron porque me intervinieron en León (una larga historia). Al final, me di cuenta de que hay muchos doctores Mateo por el mundo. En esa generalización incluyo doctoras, por supuesto, pero quedaba raro decir doctoras Mateo y el personaje era (por desgracia, en este caso) masculino.
Por otro lado, el pueblo del Doctor Mateo en sí tiene otro significado también muy dulce para mí. Uno de mis mejores amigos y yo fantaseábamos con escaparnos a verlo porque éramos muy seguidores de la serie. Era una especie de plan de fuga. Me gusta pensar que esa huida todavía es posible.
Aunque acabamos en Lastres un poco de rebote porque yo soy una ignorante y no sabía que el pueblo del Doctor Mateo estaba en la Comarca de la Sidra, hubo algo que sí planeé a conciencia: ponerme mi nuevo chubasquero amarillo de Batela.
Mirando el tiempo antes de viajar, vi que ese día iba a llover y supe al instante que era su momento. Además, el chubasquero amarillo de estilo marinero es lo que mejor combina con un pueblo costero del norte y su estilo de vida. Batela es una marca española de moda marinera que muestra muy bien este concepto de forma de vida del norte y una de mis marcas favoritas de estilo preppy made in Spain.
Fotos hechas por Manuel Laya
Chubasquero / Rain jacket: Batela
Jersey / Sweater: Springfield
Jeans: Calzedonia
Botas de agua / Rain boots: Igor shoes
Bolso / Crossbody bag: Springfield