Demás esta decir que no quedamos completas si estamos arregladas pero nuestras uñas son un desastre.
En cuanto al largo y la forma es un asunto de gusto u comodidad.
Pero deben estar parejas y sin manchas aunque no nos guste usar color.
Si solemos pintarlas no estemos NUNCA con las uñas descascaradas.
Evite poner las uñas en la boca la saliva es muy fuerte y las lastima en gran manera.
Quizás digas ¡pero mis uñas son débiles y quebradizas!
No importa, pueden estar muy bien limadas quizá cortitas si se han escamado demasiado.
El escamado de las uñas es molesto y desagradable es una causa de factores orgánicos y también puede ser por falta de hidratación si no las hemos protegido al trabajar con productos químicos o agua caliente etc.
Después de revisar las uñas haríamos bien en limar muy bien dando la forma que preferimos, luego debemos echar un vistazo a las cutículas.
Deben estar muy prolijas quizá por naturaleza no tenemos demasiada, pero si no es así debemos prolijarles removiéndolas cuidadosamente con una gubia, después de haber tenido las uñas en remojo con aguas tibia y un chorrito de shampoo.
Cuando vemos que se hidratan lo suficiente, las corremos bien con la gubia, si en los costados tenemos como unas durezas podemos retirarlas con un alicate de cutículas.
Revisamos el limado, hidratamos bien la cutícula con una crema o con aceite de almendras, después elegimos como las queremos decorar, pero después de este tratamiento aunque sólo usen brillo o fortalecedor van a lucir muy bien.
Y a lucirlas bien lindas y saludables.
Fuente: este post proviene de Las Recetas del Chef, donde puedes consultar el contenido original.
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