Quería compartir con vosotras el proceso ya que por lo que me contaron en Aquarela, y por desgracia, la situación de mi pelo es algo que ellas ven muy a menudo. Resumiendo, me hice unas mechas, las cuales parecían normales en la capa exterior del pelo, pero en el interior la cosa era muy diferente. Me dejaron el pelo a parches, con lunares castaños en medio de mechones rubio pollo. Si queréis conocer más en detalle por qué acabó mi pelo así, podéis pasaros por este post.
En muchas peluquerías, por ahorrar tiempo y esfuerzo, sólo se preocupan de cómo queda el color del cabello en el exterior, lo que tú te alcanzas a ver. Dejan el interior de cualquier manera, como me sucedió a mi. Pero gracias a peluqueras tan buenas y con tanto conocimiento como las chicas de Aquarela, nuestras melenas pueden ser salvadas de las peores catástrofes.
Además, contábamos también con el otro gran problema de la decoloración, ya que un pelo así, sin keratina, con la cutícula tan abierta, escupe mucho tinte. Eso sí, gracias a tratamientos como la plástica capilar y mucha hidratación esto se va solucionando poco a poco.
Lo más importante en un caso así es que acudas a un buen profesional, que analice la situación de tu melena, sepa qué necesita y utilice los mejores tintes.
El día que llegué a la peluquería, esta era la situación de mi pelo.
A mi me pusieron un castaño cobrizo que quedó muy bonito y muy natural. Lo cierto es que no podría estar más contenta con como tengo el pelo. Después de haber intentado hacer algo diferente y menos aburrido, y que haya salido tan mal, ahora mismo sólo me apetece que se vea sano y, como he dicho antes, natural. A veces lo más sencillo es lo que más nos llama la atención.
Otra de las cosas por las que estoy muy contenta es cómo ha aguantado el color durante estos dos meses. A penas queda rastro de aquel estropicio. Me han salido algunos reflejos, y tengo las puntas más claras que la raíz. Como ya os comentaba, tenía claro que se me iba a aclarar pero esperaba que fuera mucho más.
Para conseguir los resultados que tuvimos, mi peluquera empezó a aplicar el tinte desde las puntas. Hacerlo así era lo más lógico, ya que las puntas era la parte que más clara estaba, más decolorada y que más tiempo necesitaba para coger la coloración.
Sinceramente, no soy capaz de deciros cuanto tiempo me tiré con el tinte así porque perdí hasta la cuenta. Pero una vez que pasó ese tiempo, me fueron subiendo el tinte con masajes ascendentes hasta aplicarlo en la raíz para unificar todo el color, y otro tanto tiempo que me tocó esperar.
Resultados
Una vez terminaron con el color y me aclararon el pelo, me hicieron un tratamiento para que después de tanto tinte mi pelo no perdiera hidratación. Creo que esto fue otra de las claves para el resultado final que tuve, ya que es increíble lo estupendo que me dejaron el pelo y cuanto me duraron los resultados.
De verdad, no podría haber salido más contenta ese día de la peluquería. De verme el pelo tan feo, con tantos colores diferentes pasé a verme un color súper brillante y natural.
Así que chicas, si os encontráis en una situación parecida a la mía podéis estar tranquilas. Con tiempo y grandes profesionales a tu lado no hay nada que no se pueda solucionar. Podéis acudir con total confianza a Aquarela, que ellas se encargarán de dejar vuestras melenas irreconocibles y preciosas.
Fuente: este post proviene de BenditoMaquillaje, donde puedes consultar el contenido original.
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