Siempre resultan apetecibles y en gran medida es porque suelen simbolizar, verano, relax, vacaciones...desconexión, playa.
Los vestidos blancos hablan de estar un poquito más morenas. De tener mejor cara, porque los primeros rayos de sol empiezan a surtir efecto. De looks relajados porque ya no hace falta chaqueta. De sentirnos mucho más animadas y alegres ¡porque el invierno terminó! Y la primavera toca a su fin...
Cortos, largos, de encaje, de lino o algodón, ¡tener un vestido blanco en el armario es sinónimo de éxito a estas alturas? ¿Tienes el tuyo ya?