En un vaso, ponemos un dedo de alcohol y una cucharada de azúcar. Removemos bien.
Pasamos a un recipiente que al que podamos acceder con más facilidad.
Ahora sólo tendremos que coger un algodón y retirar el esmalte de nuestras uñas como solemos hacer con el quitaesmaltes habitual.
Además quedará la uña suave y brillante.
¿Te animas ?
Cuéntame tu resultado.
BUENA SEMANA