En mi caso particular, fui cayendo en un hoyo que parecía no tener fondo. Poco a poco, esta sensación se fue profundizando. Llegué a sentir que mi alma no le pertenecía a mi cuerpo, casi literal!
Debes estar atento a estas sensaciones.
Si te sirve, toma papel y lápiz y describe cómo te sientes. Materializarlo te ayudará a definir si hay o no una situación qué atender.
Sé sincero con vos mismo. Tienes las herramientas emocionales y/o familiares para resolver el problema? No es malo no tenerlas. Lo malo es engañarte pensando que las tienes y actuar bajo tu propia prudencia. Así que busca ayuda profesional. Si la tienes, te recomiendo el artículo Dejar de enfocarme en lo que está mal. Y porqué no, combinar ambas.
Sí hay luz al final del camino! Debes creerlo. Aferrate. Sí podés. Te recomiendo Cuando las cosas no andan bien.
Te insto a salir adelante. Siempre hay forma. Cuanto antes mejor.
Ana Mc.