Nos pasa a todas, no pienses que eres la única…
Así sobrevivimos dos semanas, pero tenemos que darle forma a todo este caos, podemos seguir disfrutando de la calle teniendo todo controlado en casa. La palabra mágica es planificación. Un poquito de orden en tus días hacen tu vida más fácil. Así que os cuento cuáles son mis trucos para sentir que todo está en su sitio.
Así organizo mis semanas
1. Los domingos por la noche reservo un rato para organizar mi agenda. Qué es lo que quiero sacar adelante en los próximos días y como lo voy a dividir en subtareas. Citas médicas, visitas a tiendas, cuidados… Procuro cargar poco cada día, así, si termino todo me dará tiempo a leer o charlar con “marido” un rato más. Me encanta la sensación de saber que he podido con todo.
También es verdad que jueves y viernes los dejo más libres por si me quedan temas pendientes o han surgido nuevos.
2. Los sábados hacemos el menú de la semana del que sacamos la lista de la compra. Y hablando de compra ¿habéis probado a hacerla online? Mucho más rápida y con menos picoteos innecesarios. Eso sí, los frescos siempre los compro a parte, para ellos prefiero las tiendas de barrio.
De esta forma tenemos siempre los ingredientes necesarios para no cenar “de latas”
3. La alarma de relax, así es como la conocemos en casa. En invierno suena a las 19:30, y en verano la paso a las 20:00. Es la hora a la que empezamos a tranquilizarnos. Bajamos el tono de voz, los juegos son más suaves y obviamente, si estamos fuera de casa, es el momento de recogernos. Nos preparamos ya mentalmente para ir a dormir.
Me encanta escuchar a mis hijos diciéndome “mamá, suena la alarma de relax!”
4. Los 10 minutos de calma (aún no puedo llamarlos de meditación) antes de empezar el día son sagrados. Me ayudan a ordenar mis sensaciones para ser mucho más efectiva en mis tareas; llego mejor a todo y siento que las cosas van bien.
Lo siento y lo transmito… todo fluye más fácil. Éste ha sido mi último descubrimiento de bienestar y de momento el más efectivo.
Y como las normas están para saltárselas, de vez en cuando nos olvidamos de todo y sentimos la libertad de que no hay normas. Y nos saltamos los horarios, y la dieta, y la organización, y eso es lo que nos hace sentir que los que mandamos somos nosotros, y que somos libres para sentir y para vivir.
Vestido: Chicwish
Bolso: Furla vía Spartoo