La magia de vivir, de descubrir personas, almas, lugares, climas...
Siguiente parada tras Candás: Luanco, que pueblo marinero tan maravilloso. En este caso, la visita se centró en visitar todo el puerto marinero de la villa. Así que partimos desde la Plaza Canal hasta el Puerto de Luanco, disfrutando de la brisa, de las olas rompiendo en la orilla y del sonido del mar en mis oídos.