Y es que los lunares son sinónimo de personalidad y estilo, ya que es un estampado arriesgado y atrevido.
Aunque podemos encontrar muchas prendas con este tipo de estampado, la pieza clave a tener en nuestros armarios esta primavera verano, es el vestido de topos.
Da igual el tamaño, desde los más pequeños polka dots hasta a los maxi -circulos que nos permitirán crear multiples looks jugando con los diferentes prints.
El tandem perfecto por excelencia es el blanqui-negro o negri-blanco, aunque podemos encontrar multitud de colores y combinaciones muy originales, aunque también muy atrevidos, una que me encanta es la conjunción de topos y flores, muy al estilo Dolce Gabana.
En mi look de hoy he optado por el clásico, un vestido de SHEIN, con un escote precioso que deja los hombros al aire, ajustado en la cintura y con una caída y un vuelo en la parte baja que le aporta mucha gracia y un bonito movimiento al caminar.
Para la ocasión lo combiné con zapatos de tacón en color rojo, pero es un vestido que admite múltiples combinaciones, cuñas, sandalias planas, botines…..
Otra buena opción es cambiar el lazo de la cintura del mismo estampado del vestido, por otro cinturón que resalte más y así marcaremos muchos más la cintura.
La única recomendación, como suele pasar con casi todos los estampados, es tener cuidado con las prendas que elijas, ya que ópticamente puede ensanchar la figura.
Y vosotras os atrevéis con este tipo de prendas, o consideráis este estilo muy flamenco más apropiado para la feria de abril?
Muakka!!!
Vestido de lunares: SHEIN (aquí)
Zapatos: Uterque (old)
Bolso: CC