Aunque pienses que posiblemente hay aspectos de su vida, su dieta o sus cuidados, que no podremos duplicar, sí podemos aprender de algunas normas que mantiene desde joven y cuyo efecto
probablemente se ve reflejado en su estupenda condición pese a lo avanzado de su edad.
Es una mujer de hábitos. Se baña todos los días a la misma hora, trabaja en un horario establecido, y aunque viaja mucho (ahora menos pero antes lo hacía con mucha frecuencia) trata de mantener sus actividades establecidas de acuerdo al horario previsto, de modo que también pueda tener pausas de descanso y alimentarse a sus horas.
No fuma ni bebe mucho alcohol. Si bien toma algo en sus actividades protocolares (no más de una copa o un vaso) y cierra el día siempre con una copa de champagne, nunca bebe en exceso y no ha fumado jamás.
Hace ejercicio todos los días. Aunque muchos piensan que se la pasa sentada o mirando por la ventana, la reina Isabel, por más ocupada que esté, saca a pasear a sus perros, monta a caballo, o camina por el jardín, pero casi siempre tiene 60 minutos de actividad física diaria, lo que le permite luego poder estar de pie más de una hora, según las actividades que deba realizar.
Come muy pocos carbohidratos. No suele consumir papas, pastas o pan, y por el contrario consume muchas frutas, verduras y carne (especialmente pescado). En el desayuno suele comer cereales y frutas.
Nunca deja de realizar actividad intelectual. Diariamente lee documentos relacionados al acontecer del país y también escribe gran parte de su correspondencia.
Bebe agua de cebada. La que fue una bebida muy popular en India, y posteriormente en Reino Unido, es su bebida del día (cebada cocina con limones y naranjas y endulzada con azúcar rubia).
Duerme unas siete horas cada noche y se despierta muy temprano. Ya sabemos lo importante que es acostarse temprano y levantarse igualmente temprano, haciendo que el descanso sea verdaderamente reparador.
Ama a los animales. A lo largo de los años la Reina Isabel ha dado su cariño a diversos animales, desde perros hasta caballos, a los que cuida y atendía en lo posible. Si bien ahora debe prescindir de la presencia de perros (por el peligro de una caída) el afecto que se trasmite entre la mascota y su dueño, suele ser de mucho beneficio emocional.
Tiene sentido del humor y no se estresa. Pese a su particular posición y sin importar de qué se trate, su norma es preocuparse de aquello que depende de ella, hacer lo que pueda al respecto y luego mantenerse expectante. Sabiendo bien que hay situaciones que no puede manejar… no se angustia por ellas.
Le gusta aprender. De joven, en plena Guerra Mundial se unió al ejército, manejaba jeeps y hasta camiones (aún maneja en su residencia) y aprendió mecánica automotriz. Con los años ha ido acercándose a todo tipo de tecnología. Aprendió a usar la computadora y el internet, utiliza su propio celular y suele enviar mensajes o conversar con su familia usando skype, y aunque a veces pide ayuda a su personal o a sus nietos, con algunas aplicaciones, trata de hacer siempre las cosas por sí misma.