Desde que Disney confirmó que, al igual que sucediera con Maléfica, crearían un spin off sobre Cruella De Vil, no he dejado de estar emocionado pensando en cómo tratarían la historia de esta mala malísima que tanto hacía temblar a los dálmatas del clásico largometraje de dibujos animados.
Han tenido que pasar nada más y nada menos que sesenta años para que el público pudiera conocer la verdadera historia de una de las villanas más famosas de la productora y, tras haber visto la película, no puedo dejar de recomendarla. Y por supuesto, si te gusta la moda tanto como a mí, tienes que añadirla a tu lista de imprescindibles para ver.
La encargada de vestir a la nueva Cruella De Vil, interpretada por la actriz Emma Stone, es la dos veces ganadora de un Oscar Jenny Beavan. La diseñadora, quien ha creado 47 estilismos diferentes tan sólo para la protagonista, aboga por una versión más punk que su antecesora (Glenn Close también dio vida a Cruella en el remake de 101 Dálmatas de 1996) con cazadoras biker, tejidos como el cuero y mucho color negro. De hecho, la mezcla del negro y rojo es uno de los constantes en muchos de sus espectaculares looks.
Además, durante la película podemos disfrutar de distintas performances que Cruella realiza para llamar la atención y que envuelven al mundo de la moda con unas dosis de irreverencia majestuosas que me recordaron mucho a los inicios de Alexander McQueen. Por no hablar del renovado abrigo con piel de dálmata que esta vez se trata de una especie de capa bicolor que se estrecha en la cintura con ayuda de unos cinturones de hebillas.
El film también hace especial hincapié en el duro trabajo que supone lanzar colecciones bien formadas, la competitividad dentro de la industria y un sin fin de detalles relacionados con la fantasía de la alta costura que cualquier amante de la moda disfrutará. ¡No puedo esperar a que llegue una segunda parte!