He de decir que es un jardín realmente bonito, además tiene 12 esculturas de broce de manera permanente de Miró que le dan un encanto especial.
Tiene caminitos perfectamente cuidados, con bancos y lugares especiales que incitan a pasarlo bien, pero siempre respetando el medio.
Como podéis ver en las fotos, lo pasamos muy bien este día, porque los niños estaban muy divertidos con las esculturas. No se que tiene Miró, pero a mis hijos les encanta.
Y como veréis hicimos el tonto todos un poco, ya que en estas visitas familiares de lo que se trata es de conocer cosas nuevas pasándolo bien.
Espero que os haya gustado y es una visita interesante de hacer cuando tienes un ratito libre, para leer, para jugar, para hacer una sesión de fotos...
ya os digo que no es la única vez que hemos ido, ya que es un lugar muy tranquilo para pasar una mañana de domingo (bueno tranquilo hasta que llegamos nosotros).