Iria coge la pelota, que Nora, mi pequeña perrita espera impaciente a que le vuelva a lanzar para recogerla y traerla una vez mas con gran entusiasmo.
Romeo, aunque pendiente de Iria y Nora, juega con el teléfono móvil de su madre.
La madre es Laura, que se encuentra dando los últimos retoques de maquillaje a Yolanda, su gran amiga y madre de Iria.
Yolanda está quedando guapísima y casi está preparada para posar frente a mi y recoger instantáneas de su estado de Buena Esperanza.
Yo me encuentro con la cámara fotográfica buscando la exposición adecuada, controlando focos y mientras todo esto pasa, no dejo de disparar fotografías.
Imágenes que con el tiempo recordaremos...
Son momentos inesperados, que surgen de la nada y sin estar premeditado, formaran parte de nuestras vidas y nunca se volverán a repetir de la misma manera...
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