A raíz de ahí se hizo diseñador independiente y trabajó con diferentes casas de moda como Chloé, hasta que en 1983 se convirtió en director creativo de la Maison Chanel. Karl parece ser que fue “el salvador” de la casa francesa ya que la marca pasaba por un momento crítico y muchos pensaban que se iría a la ruina. A pesar de la situación crítica de la marca, Karl Lagerfeld desde ese momento y hasta hoy, convirtió a Chanel en una de las casas de moda más exclusivas.
En 1965 Lagerfeld también se convirtió en el director creativo de la firma italiana Fendi y además creó su propia marca. Karl era un personaje excéntrico y un tanto misterio y poco se conocía de su vida privada. Apasionado de la moda, la fotografía y la literatura dio forma a la industria de la moda y se hizo hueco pasando a ser uno de los grandes de este sector. Fue un revolucionario, un observador, un creativo y un gran influyente. Era un genio.
En 2017 se le otorgó la medalla Gran Vermell, el más alto reconocimiento que se puede otorgar en la ciudad de París. Fue reconocido por parte de todos los negocios, prensa y publicidad que han traído sus pasarelas y diseños a la ciudad de París.
Las puestas en escena de sus desfiles eran de los más esperados, para él nada era imposible. No le importaba recrear un playa, crear el crucero más lujoso o convertir el Gran Palais de París en un supermercado. Con “el kaiser” todo era posible.
Pero la salud del diseñador se deterioró tanto en la últimas semanas que le fue imposible salir a salud al finalizar el desfile de Alta Costura de Chanel de este pasado mes de enero. Algo inédito en él desde que aterrizó en la firma en 1983.
Lagerfeld ha dejado un legado enorme pero su marcha ha sido un duro golpe para la industria de la moda. Y ahora que se ha ido, habrá alguien capaz de estar a su altura?