Hoy os voy a enseñar una manicura sencilla pero perfecta para cualquier ocasión. Lo tiene todo: sencilla, sobria pero llamativa y... ¡¡purpurina!!
Como véis, es una manicura con un color de base dorado precioso. Quizás es de los colores que menos utilizo, pero es elegante hasta sin adornos encima.
Una vez bien seca la base, corté un trozo de celo un poquito más largo que la longitud de mi uña. Lo pegué sobre mi mano (para quitarle la fuerza del adhesivo, pero ojo, necesitamos que siga pegando bien). Después, ese trozo lo corté por la mitad y puse la parte externa del celo en la uña, paralelas, dejando una separación de 1mm más o menos.
Acto seguido, pinté la raya con naranja fosforito, y antes de que se seque, hay que volcar purpurina encima. Cuando ya lo tengamos, retiramos el celo con cuidado, y dejamos secar un poco antes de poner una capa de brillo o top coat.
Se puede hacer sin guías de celo. De hecho, en la mano derecha hice, con la mano no dominante, las rayas directamente con el pincel del esmalte.
Para estar hecho sin guías y con la zurda, han quedado bastante bien.
Por último, podéis retocar con dorado alguna rayita, o pintar encima de alguna purpurina, en caso de que se haya saltado una de la raya.
Además, podéis combinar distintos colores y cambiar el color de base, o el de purpurina...
¿Qué os ha parecido? Es sencilla, ¿verdad? ¿La haríais igual o con otros colores? Comentádmelo abajo ^^
Besotes guapas
Fuente: este post proviene de Gepe nails, donde puedes consultar el contenido original.
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