Hoy en día, a éste corte también se le llama Bob (la variedad más corta), un corte reformado y adecuado a un 2017, para realizarlo, hay que dejar un contorno bien definido pero un interior muy desfilado, uno de los puntos claves está en el flequillo que debe quedar por encima de las cejas y por supuesto, la nuca bien corta.
Para su mantenimiento, lo ideal sería repasar el largo del flequillo cada vez, y retocar el resto del cabello cada dos meses aproximádamente.
Éste es un corte que ofrece multitud de variedades, no es necesario hacer aquella línea tan marcada por la que casi todos pasamos hace muchos años y que mejor no recordar, ahora (y damos las gracias) viene en líneas más suaves, capas más o menos señaladas, asimetrias, volúmenes, despeinados…
Si elegimos un acabado liso, lo ideal sería aportar volumen para que la forma quedara un poco más redondeada, trabajo que puede hacerse fácilmente con la plancha.
En el estilo “Garçon”, los laterales se fijan con gel simulando esa forma de “tazón”, la parte delantera debe formar unas ondas que queden por encima de las cejas.
En la versión “curly”, el cabello queda rizado, lleno de movimiento, diseño que puede conseguirse usando unas tenacillas. Yo también pasé por esa época, por suerte, casi todas aquellas fotos desaparecieron, y desde luego, lo aborrecí totalmente porque no me quedaba nada bien, ahora, con éstas variantes adaptadas a los tiempos, sigo sin atreverme, el pelo crece si, pero lleva su tiempo y ahora mi pelo me encanta. Tu te animas a unirte a ésta tendencia???