Hoy quería hablaros en mi Diario de una boda de una de las decisiones más importantes, bonitas y especiales de toda novia: su vestido. Y es que… ya tengo vestido!!! :-D Estoy suuuuuuuper contenta con mi elección y suuuuuuper feliz por haberme quitado un peso más de encima (organizar una boda es ir plan “una cosa menos!”) así que quería contaros mi experiencia. Sólo voy a hablaros de cómo fue la búsqueda porque evidentemente no pienso dar ni una sola pista de cómo es el vestido… Para eso tendréis que esperar a que pase la boda, una vez pasado el día os lo ensañaré :-)
Bueno, pues lo cierto es que ya lo tengo desde hace varios meses y en realidad tenía pensado esperarme bastante más para empezar a probar vestidos pero pasaron dos cosas: Por una parte, me centré mucho en ojear de vez en cuando la web de Pronovias (bueeeeno, voy a ser sincera… me la conocía prácticamente de memoria… jajaja) y resulta que Pronovias saca un “avance de colección” unos meses antes de sacar la colección completa. Mi primer “agobio” fue cuando, después de haberme fijado en algunos vestidos del avance, estos vestidos desaparecieron de la web al sacar la colección completa. Aquí tuve mi primer “momento angustia” por pensar que esos vestidos ya no se podían conseguir. Error, sí se pueden conseguir, aunque es cierto que cuanto más tardéis más complicado os resultará poder encontrarlos, de hecho yo creo que finalmente del avance sólo me probé uno o dos.
Por otro lado, al seguir
Tengo que decir que no soy la típica novia que sabe exactamente como quiere su vestido desde niña, yo no tenía ni idea de lo que quería! En la web de Pronovias tenéis una opción para ir marcando vuestros favoritos y según iba eligiendo pues sí se iba definiendo un poco un estilo. Considero muy importante también dejarse asesorar por las chicas de las tiendas, tienen una capacidad increíble para verte y decir “este” y que luego “ese” sea el que te compres, incluso aunque no tenga nada que ver con lo que buscas. Creo que es bueno ir un poco “open-mind” y dejarse llevar, incluso probarse vestidos que no sean de tu estilo, igual te reafirmas en que ese estilo no va contigo pero igual te sorprendes al verte. En todo caso, no solemos probarnos vestidos de novia muy a menudo así que… aprovecha y pruébate de todo!
La primera vez que fui a probar vestidos me acompañó una amiga a Pronovias Serrano. Le di una lista con mis vestidos favoritos a la chica que me atendió (Stefy, una grandísima profesional) y le expliqué un poco el problema de que no tenía claro lo que buscaba. Ella viendo la lista me dijo que sí tenía un estilo bastante claro, tan sólo dos desentonaban con el resto y esos fue los que primero me probó, claramente para descartarlos por completo. El siguiente vestido me lo trajo ella, me dijo “te voy a traer yo uno” y tal y como os decía antes, estas chicas tienen una capacidad alucinante para saber lo que te va y lo que te favorece y, como pasa con casi todas las novias, el vestido que ella me aconsejó me encantó. Luego seguimos probando algunos de mi lista pero ninguno me gustaba más que el que ella me trajo.
Os preguntaréis si ese es finalmente mi vestido… Pues no… Me gustó mucho en el momento y salí casi convencida de la tienda pero… al rato me empezaron a surgir dudas y esas dudas me hacían pensar que “si tengo tantas dudas… será que no es mi vestido?” Es una decisión muy importante, por lo que significa para una chica y también porque es un desembolso gordo de dinero (mi vestido me lo pago yo misma, y para una persona que todavía no ha alcanzado la categoría de mileurista… un vestido de novia no es algo precisamente barato…) Por lo general soy una persona muy indecisa y con este tema pues más todavía, es un vestido único en la vida para un momento único en la vida y que aún por encima supone un gasto importante… No quería equivocarme con mi vestido.
Decidí que necesitaba a mi madre y a mi hermana en esto así que me pedí cita en Pronovias Santiago aprovechando unos días de vacaciones que íbamos a estar allí. Quería que ellas me vieran con ese vestido. Ya de paso, pedí cita también en una tienda de novias de la ciudad donde trabajan con varias firmas así que antes de ir a Pronovias fuimos a Novias Sol (a las chicas de Santiago seguro que os suena esta tienda) Allí me probaron bastantes vestidos, uno de ellos me gustó mucho, mucho y además tenía un precio estupendo. Me sentaba mejor que el candidato de Pronovias y me parecía muy cómodo. Salí de la tienda casi convencida de que al final me inclinaría por ese.
Finalmente es ese mi vestido? Pues tampoco… jajaja. Me pasó lo mismo que con el Pronovias, al rato todo eran dudas… Puede una dudar tanto con su vestido de novia? Se puede dudar tanto con algo tan importante? Una vez llegados a este momento me entró un poco de agobio por miedo a no encontrar MI vestido. Soy muy fan de los programas de vestidos de novias de Divinity (sí, lo confieso, soy una friki…) y en esos programas siempre ves como las chicas “sienten” que es su vestido, lloran al verse con el velo, todo el mundo se emociona cuando las ven con su vestido… Pues yo iba con esa idea en la cabeza, pensando que tenía que sentir eso de “es este”, “es mi vestido” y cuando iba probando no tenía esa sensación, me gustaban mucho pero no llegaba a sentir eso. Decidí que tenía que conseguir vestido cuanto antes porque si no me volvería loca. Tenía una especie de contradicción interna, por una parte quería mirar poco para no saturarme y por otra parte quería mirar mucho para comparar y ver todas las opciones posibles.
Antes de mi cita en Pronovias fui a otra tienda multimarca de la que salí igual que entré, allí no me convenció nada y seguí con mis 2 favoritos en la mente. Pedí cita en Rosá Clara, en un principio no tenía intención de hacerlo porque tiene un estilo que no me gusta especialmente, pero no quería quedarme con la duda así que, fui a probar y nada, según lo previsto no me gustó ninguno.
Y por fin llegó la cita en Pronovias, me llevé a mi madre, a mi hermana y a mi futura suegra (sólo tiene dos hijos así que pensé que era pena nunca pudiera vivir eso de ir a mirar vestidos de novia y decidí llevármela).
Y por hoy lo voy a dejar aquí, que si no este post se hace interminable… La semana que viene os cuento el resto en la parte II!
Alguna se siente identificada conmigo en este proceso? Sois tan indecisas como yo o por el contrario lo tenéis todo más claro?
Muchas gracias por pasaros por mi pequeño rincón!!!
Besitos bellas!!!
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