El pelo graso se caracteriza por llenarse de una sustancia oleosa tan solo uno o dos días después de haberlo lavado.
Ingredientes
Un tomate
Un disco de algodón
Un gorro de ducha
Agua
Pasos a seguir
1- Hazte con un tomate maduro.
2- Córtalo por la mitad y extrae el jugo que guarda en su interior.
3- Vierte el líquido dentro de un recipiente y agrégale un poco de agua para reducir la acidez del tomate.
4- Empapa un disco de algodón en el zumo de tomate y extiende el producto sobre el cuero cabelludo.
5- Después, cubre tu cabeza con un gorro de ducha para que el tomate sea absorbido a la perfección.
6- Deja que haga efecto durante unos 20 o 30 minutos.
7- Pasado ese tiempo, retira el jugo usando abundante agua templada y lávate la cabeza con los productos de higiene capilar que uses habitualmente.
8- Al salir de la ducha, recuerda no frotar el cuero cabelludo con avidez al secarlo con la toalla. De ese modo, solo conseguirás que la melena se engrase aún más.
9- El tomate es genial para cuidar el pelo graso debido a su acidez, la cual es capaz de equilibrar el nivel de pH del cuero cabelludo y de controlar la secreción excesiva de sebo.
10- Pon en práctica este truco de belleza natural una o dos veces a la semana.
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