El bolso, junto con los zapatos, es uno de los grandes imprescindibles en todo fondo de armario. No tiene una fecha concreta de nacimiento, ni siquiera un año aproximado, y, por lo visto, tampoco tiene caducidad. Estamos, quizás, ante uno de los grandes inmortales. No es de extrañar, no hay contacto que hagamos con el mundo exterior sin llevar un bolso o, al menos, cartera de mano.
Fieles compañeros, su importancia y utilidad son características obvias que quedan en un segundo plano a la hora de elegir uno. Las personas –sobre todo las mujeres- necesitamos, queremos y deseamos bolsos de una manera que sobrepasa lo racional, siendo capaces de convertir una prenda secundaria en el protagonista indiscutible del look, un imprescindible sin el que es imposible que esté completo. Ya lo decía Tom Ford, “si un bolso es atractivo te hace sentir bien. Se trata de la proporción, la forma, la línea, el material, el equilibrio. Si todo ello es agradable, se venderá. Si es más que eso, tienes que poseerlo porque si no te mueres”.
El bolso joya o cómo convertir lo normal en extraordinario
Cuando pensamos en una joya automáticamente nos vienen a la mente montones de piedras preciosas. Sin embargo, al trasladar este concepto y asociarlo a los bolsos el resultado es distinto. En la mayoría de ocasiones la sencillez toma protagonismo siendo la base de la elegancia. La obra se convierte en arte por el equilibrio encontrado entre materiales y saber hacer. Las líneas, las costuras, los cierres, son los detalles que cobran protagonismo. Y, sin darnos cuenta, sentimos el flechazo. Ese que es imposible de frenar.
Se podría decir que son bolsos para ocasiones especiales, pero ¿quién se atreve a limitar el tiempo de dos amantes? Yo, desde luego, no.
Boy Chanel/Imagen: Vogue
Lady Dior/Imagen: Dior Oficial
Bamboo Gucci/Imagen: Gucci oficial
El todoterreno
Imagen: Vogue
Si tu lectura te ha llevado hasta aquí, sabrás que no me refiero al modelo de coche, sino a los bolsos para todo, también conocidos como “tote bag”. De profundidad considerada y amplias asas, éstos se apoderan hasta de los vestidores más extensos. Tan versátiles que te sorprenderás al darte cuenta de cuantas situaciones distintas eres capaz de resolver usando el mismo bolso. Ir a trabajar, a hacer la compra, una quedada con amigas, se acoplan a cualquier plan porque, simplemente, son perfectos. Que no te engañe Marilyn, los compositores de Diamonds are a girl’s best friend eran dos hombres y poco o nada sabían sobre nosotras. Créeme, tu mejor amigo y aliado será tu “tote”.
Medium Cabas/Imagen Celine oficial
Tote de Balenciaga/ Imagen Vogue
La vie en clutch
Imagen: Vogue
Te propongo un reto. Intenta recordar la última vez que saliste de noche (una cita, una fiesta, una cena…) sin tu bolso de mano. No puedes, ¿verdad? Eso es porque ese día nunca ha existido. Desde que empezó tu vida social nocturna, no hay momento vivido en el que no te haya acompañado un clutch. Tu clutch. De tamaño pequeño y poca capacidad para guardar tu vida, se convierten en el complemento perfecto para tener lo indispensable siempre a mano. No importa su material o si son rígidos o maleables, así como tampoco importa mucho su color. Aunque la mayoría los prefiere en tonos oscuros, los hay que hasta dejan ver todo lo que llevas dentro.
Clutch Cadenas Louis Vuitton/ Imagen: Louis Vuitton oficial
Cartera de mano rígida con logo de Chanel/ Imagen: Vogue
The backpack is back in the game
Era marzo de 2014 y Vogue gritaba a los cuatro vientos “Adiós bolso, hola mochila” haciendo oficial los temores de muchas. La mochila volvía a ser tendencia y con más fuerza que nunca. ¿Tienes en mente Nike, Adidas y ese largo etcétera de marcas deportivas que usabas cuando ibas al instituto? Olvídalas porque los grandes entraron en el juego y son los ganadores. Chanel, Gucci, Stella McCartney, Louis Vuitton, Kenzo, ninguno quería quedarse fuera. ¿Las culpables? Las blogueras y la necesidad de cargar con todo ese material fotográfico para sacar las mejores instantáneas de sus viajes y, por supuesto, de todas las fashion weeks. Thanks Chiara!
Mochila Grafiti Chanel/ Imagen: Vogue
Riñoneras: la eterna incógnita
Imagen Harper’s Bazaar
Entramos en terreno pantanoso. Esa mezcla de bolso de mano con mochila pequeña no acaba de convencer a la mayoría. Puede que se deba a la fuerte asociación que tenemos de estos mini bags con el look de chándal dominguero de colores chillones de finales de los 80 y principios de los 90. ¿Qué tiene a favor? La mejor embajadora de todas, Sarah Jessica Parker. La única persona en el mundo capaz de lucir la riñonera sobre una alfombra roja y que el resultado sea espectacular. Resulta imposible no caer rendidos ante esta prenda, sobre todo si son como estas.
Riñonera Celine/ Imagen: The Fashion Tag
Imagen Vogue
De izquiera a derecha: riñonera blanca de piel Alexanger Wang, rñonera de Clare V. y riñonera Gucci/ Imagen Harper’s Bazaar
La mejor inversión
No vamos a irnos por las ramas. Se puede intuir a raíz de las imágenes mostradas en el artículo. Lo bueno tiene un precio. Pagas el material y la artesanía, la marcas y sus connotaciones sociales, pero ten claro que en la inversión que hagas en este tipo de bolsos estás pagando por algo que puede durar toda la vida. Algo que, a diferencia de pantalones, blusas, abrigos o zapatos, mejora con el tiempo. Una pieza atemporal lista para usar en cualquier ocasión.
La mayoría de los bolsos que hemos presentado en este artículo son modelos con más de 50 años de vida. Es probable que si juntas todo lo que eres capaz de gastar en bolsos de una temporada (dos como mucho) durante 50 años, el resultado sobrepase -sin habértelo propuesto- al precio de alguno de éstos. Teniendo en cuenta este punto de vista, quizás no sean tan caros después de todo.
Bolso Amazona/ Imagen: Loewe oficial
Birkin de Hermes/ Imagen: Pinteret
Speedy de Louis Vuitton/ Imagen Pinterest
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