Comenzamos usando cola infantil o pegamento especial para maquillaje sobre la piel, para pegar pedazos de papel higiénico bajo la mejilla y en la frente, de manera que creemos una base rugosa en dichas zonas despegando un poco el papel cuando esté seco. Asimismo, aplicaremos pegamento en barra de uso infantil en las cejas.
Con un lápiz blanco pintaremos las pestañas de abajo y haremos una línea ancha a lo largo de todo el ojo para crear un efecto agrandado en la zona inferior. Usaremos una base azul por todo el rostro, que podemos conseguir mezclando varios tonos si es necesario. Una vez la hayamos aplicado por todo el rostro, cuello y orejas, incluidas las zonas donde habíamos pegado el papel. Con un tono más claro de azul marcaremos los pómulos, el centro de la ceja y bajo las aletas de la nariz para resaltarlos.
Aplicaremos una sombra verdosa o azul oscura en las zonas donde habíamos puesto el papel y comenzaremos a aplicar sombra azul muy oscura para delimitar los contornos de la nariz, que iremos difuminando para integrarlos con la base. A continuación, escogeremos un color negro de eyeliner para dibujar las cejas sobre la frente y sombra negra para maquillar el ojo donde empieza nuestra ceja real. Con un color turquesa intenso maquillaremos el párpado móvil y marcaremos donde termina la línea blanca que habíamos hecho en el párpado de abajo inicialmente.
Difuminaremos bien hacia fuera mezclándolo una sombra negra para definir el ojo dándole una forma redonda. Podemos volver a usar un tono azulado claro para crear un mayor contraste entre el ojo y la ceja que hemos dibujado. Nos pintaremos pestañas negras en la línea negra que hemos dibujado abajo para contornear el ojo y maquillaremos nuestros labios con un rosa muy intenso. Finalmente, sólo tendremos que colocar unas pestañas postizas llamativas arriba y abajo del ojo.
¿Qué os parece el resultado?