- Primer error: no aplicarse el primer. Es muy importante usarlo ya que ayuda a agarrarse más las sombras. También tapa las venitas y la decoloración propia del ojo. Después de esto, es necesario sellarlo con un pincel.
- Segundo error: nunca se comienza con un color oscuro la sombra. Es necesario hacerlo con una brocha difuminadora. Debemos empezar por una sombra de transición e ir difuminándola hacia arriba. Dependiendo de la sombra que queremos aplicar, es recomendable usar uno o varias sombras de transición.
- Tercer error: coger demasiada sombra. De hecho, nada más impregnar nuestro pincel debemos dar unos suaves golpecitos para quitarle esos excesos de sombra. Además, debemos echarlo de menos a más en nuestro ojo, más si es negra.
- Cuarto error: no volver a difuminar con las anteriores brochas usadas. Es fundamental hacerlo así para que demos la sensación de degradado.
- Quinto error: para la almendra del ojo, es recomendable usar una brocha sintética y para intensificarla, usar un fijador.
- Sexto error: a la hora de iluminar el lagrimal, es cuando más cuidado tenemos que tener con los excesos. No debemos abusar de la cantidad. Además es frecuente olvidar la parte del hueso que está en el párpado fijo.
- Séptimo error: olvidarse una vez terminado todo difuminarse para sellarlo bien.
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