Si hay algo que no debe faltar en nuestro armario es una camisa blanca masculina. El básico de los básicos. La prenda comodín por excelencia. Clásica y atemporal. Elegante y casual al mismo tiempo…
Estamos cansadas de oír estas míticas frases y calificativos referidos a esta prenda cuando hablamos de fondo de armario. Sin embargo, esta primavera, la típica camisa blanca masculina salta de ese recóndito lugar en el que ha sido destinada en los últimos tiempos, para incluirse entre los must más punteros de la temporada. En definitiva, podríamos decir que, este año, la camisa blanca sale del armario. Hastiada de ser considerada el eterno básico y de encabezar las listas del anodino fondo de armario, se reivindica a sí misma como el toque sexy, elegante, distinguido, cool, fashionista o femenino que nos va a hacer brillar esta primavera.
Hasta ahora conocíamos su faceta de acoplarse a cualquier prenda, complemento o look. Ya sabíamos de su versatilidad. Pero ahora viene a decirnos que aquéllas que la rechazaban por considerarla muy amiga de la estética preppy; las que la han llamado recatada por abrocharse hasta el último botón; las que la han dejado plantada en múltiples ocasiones por una camiseta, por creerla repipi… Para todas ellas, se manifiesta aquí y ahora en forma de post con el objetivo de superar todas las barreras y conquistar a las mujeres que todavía no la admitían en su vestidor.
Nos intenta convencer de que, acompañándola con unos shorts rotos, podremor salir a dar un paseo por la playa. Con unos palazzo blancos seremos el centro de todas las miradas en un almuerzo. Con los negros, conseguiremos un sobrio look de oficina. Anudada a la cintura, obtendremos un outfit con ese no sé qué que tienen las it aunque bajen a sacar al perro. Y con una maxi falda de pedrería nos presentaremos en una boda tan tranquilamente, saliendo victoriosas del duelo que suele establecerse entre las invitadas. Se trata de tener varios modelos, ya que para ésta última ocasión deberá ser más entallada, y mejor de seda. Ligeramente más holgada y de algodón nos sirve para casi todo lo demás. Así que en un pis pas podemos conseguir infinidad de outfits para diferentes momentos del día, y los más variados momentos de nuestra vida social.
Un look impoluto. Y nunca mejor dicho. Aquello de que menos es más, a veces sigue funcionando. Sin más ornamentación que mocasines y bolso en plata, y las Ray Ban Way Farer, Karolina vino, llegó y venció. Incluso sin remangarse las mangas (regla número uno de su manual de uso).
Súmale un sastre negro y súbete a unos salones. Acabas de ganar el respeto de todos aquellos que se crucen en tu camino. Hoy y el resto de tus días.
Podría haberse puesto un cárdigan, pero ahora no estaríamos exponiéndola como un ejemplo de clase y originalidad.
Si estás pensando que ésta es la típica de conductor de autobús… Nada más lejos de la realidad. Mini de pliegues, bailarinas y bolso de rafia completan el conjunto. ¿Habrías pensado en esta combinación?
Como habéis podido comprobar, mi amiga Olivia es la number one del street style, en general, y de llevar como nadie la clásica camisa blanca masculina, en particular. De acuerdo, lo confieso. No soy objetiva; me encanta Olivia Palermo. He rastreado tantos looks suyos en internet, que la considero una más de la familia. Y por cierto, este último es mi favorito. ¡Qué mona va esta chica siempre!
Imágenes: vogue.es, fashionisima.es, trendencias.com, woman.es
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