Imagen: Ruurmo/Flickr
La cosmética ecológica (en general) cada vez está más de moda. No es artificial, tiene los mínimos productos químicos y no está sintetizada en laboratorios. Además, cada vez tiene mejor precio.
Pero dentro de este tipo de cosmético hay varios subtipos entre los que es muy fácil confundirse: eco, bio y natural. Por ello, vamos a establecer aquí las diferencias entre las 3, para que sepamos que nos estamos aplicando cuando utilizamos un producto de estos.
La cosmética bio (biológica) es la que contiene al menos el 95 % de sus ingredientes naturales, es decir, que no se han “inventado” en laboratorios. Esto no quiere decir que sean menos efectivos, de hecho se están demostrando sus múltiples beneficios. Además, también el 95 % de sus ingredientes vegetales y el 10 % del producto final deberán de haberse obtenido de la agricultura ecológica.
La cosmética eco (ecológica) es difícil de distinguir de la bio puesto que también sus ingredientes tienen que ser más o menos al 95 % naturales. Sin embargo, su producto final sólo necesita el 5 % procedente de la agricultura ecológica para considerarse eco. Se podría decir que si buscas un cosmético 100 % natural, la cosmética bio es la tuya, pero la diferencia es muy sutil.
La “etiqueta” de natural, por su parte, es para todos los productos que contienen la mayoría de sus ingredientes vegetales, sea cual sea su método de agricultura: ecológico o convencional.
Algunos ejemplos de cosmética natural son: Alqvimia o Phyto. Pero cada vez hay más marcas comerciales que se apuntan a esta cosmética, como todas las que han sacado polvos de maquillaje mineral, 100 % naturales.
Imagen: Lush
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