Si queremos tener un maquillaje genial, tienes que conocer todo sobre la técnica de la dermopigmentación. Ya que, el querer estar guapas en todo momento conlleva sus sacrificios. Por mucho que las grandes marcas prometan que sus cosméticos son capaces de resistir besos, roces e incluso el agua, lo cierto es que nuestro maquillaje va perdiendo color y persistencia a lo largo del día o de la noche.
Si os gustaría tener un color más rojo en vuestros labios permanentemente o marcar vuestra mirada sin tener que depender del lápiz de ojos, la dermopigmentación puede ser la solución.
Una técnica muy natural
Al igual que con los tatuajes podemos dibujar sobre nuestra piel aquel dibujo o palabra con las que nos sentimos tan identificados, con la dermopigmentación tenemos la posibilidad de colorear nuestros labios, ojos o cejas, simulando el maquillaje convencional. Juana Sáez Clavijo, especialista en dermopigmentación de Instimed, explica que consiste en "la implantación de pigmentos específicos a nivel epidérmico", es decir, sobre la superficie cutánea. Además, la experta asegura que se trata de un procedimiento "totalmente inocuo y con absoluta garantía de higiene".
Es una práctica que se ha venido utilizando desde la antigüedad y que se lleva a cabo con ingredientes totalmente naturales. "Los pigmentos que empleamos están dermatológicamente testados. No tienen ningún efecto negativo para la piel, puesto que sólo se trabaja en las zonas más superficiales de ésta", puntualiza Sáez. "Evitamos utilizar tintes con sustancias químicas o colorantes artificiales", añade la especialista.
Eficaz ante muchos problemas
Una inyección de color, básicamente es esto lo que se realiza con la dermopigmentación. Aunque su uso es presumiblemente estético, también se está implantando con éxito en la medicina, y no son pocos los doctores que la recomiendan para disimular cicatrices tras una operación o pigmentar las mamas después una masectomía. Gracias a su capacidad de dibujar y delinear trazados, es capaz de acabar con deformaciones de la piel, como el labio leperino, consiguiendo muy buenos resultados estéticos.
El proceso dura entre una hora y media y dos horas, dependiendo del área en la que ser realice. Aunque no resulta un procedimiento demasiado doloroso, Juana Sáez comenta que "se puede notar una leve molestia por el pinchazo, pero que se evita fácilmente aplicando antes de comenzar una crema anestésica vía tópica".
Preparando la piel
Es fundamental tener la piel en perfecto estado antes de someternos a uno de estos tratamientos. La especialista advierte de que "antes de realizar la dermopigmentación, conviene limpiar y exfoliar bien la zona para asegurarnos que está libre de células muertas o impurezas que puedan interferir en la penetración óptima del pigmento. Una vez micropigmentada, conviene mantener bien hidratada la piel aplicando vaselina estéril varias veces al día".
Tras la operación, la superficie cutánea puede aparecer sensiblemente inflamada y enrojecida, por lo que no se notarán los resultados finales hasta pasados un par de días. Normalmente, la piel suele volver a la normalidad transcurridos unos cuatro o cinco días. Posteriormente, el color se irá devaluando poco a poco, siendo la fecha habitual para retocar "pasados los tres años desde el tratamiento", afirma Sáez. No obstante, esto puede variar según las características propias de la persona tratada.
Los tratamientos están especialmente recomendados para aquellas personas con los labios excesivamente pálidos o que padezcan alopecia en las cejas. No obstante, hay muchas personas que deciden hacerlo para poder prescindir del maquillaje más básico. Sea cual sea el motivo, por unos precios que oscilan entre los 180 y los 300 euros, podremos conseguir modificar el aspecto de nuestra piel y darle un aspecto más bonito y saludable.