El Maquillaje, es un arma de doble filo. Lo mismo saca lo mejor de tí, que te eche encima 10 años o te hace parecer un cuadro de Picasso, en el mejor de los casos. Los maquilladores expertos, insisten en huir de los maquillajes muy marcados y productos densos, ya que marcan las arrugas y prescindir de labios perfilados.
Lo que se resume en:
- No preparar la piel adecuadamente
Aplicar hidratante antes de la base de maquillaje, provoca que no quede uniforme y se marquen las líneas de expresión y los poros.
- Elegir mal la Base de Maquillaje
Elegir la base de maquillaje del tono de las manchas es un error garrafal, ya que se consigue el efecto contrario (lo sé por experiencia). Lo ideal, es coger un tono de nuestra piel y de cobertura ligera, para conseguir un resultado fresco.
(Las manchas y poros, ya se corregirán con sus productos correspondientes).
- Aplicar Blush (colorete)
Solemos aplicarlo en las manzanitas, de tal forma que en ocasiones acabamos pareciendo Heidi. Es preferible, aplicarlo en el punto más alto del pómulo en dirección a la sien, para crear un efecto lifting.
En el caso del rubor, es esa zona de las mejillas donde nos sonrojamos. Aplicar al un toque de color, nos dará un aspecto fresco (pero un toque no nos olvidemos que Heidi).
- Labiales muy oscuros
Con el paso de los años, los labios están perdiendo volumen y solemos optar por colores rojos, guindas, marrones... que en ocasiones endurecen las facciones.
Lo ideal son los tonos nude, que proporcionan volumen al labio de forma natural, dulcificando las facciones del rostro maduro.
- Maquillar la Línea de Agua
Ésto hace que el ojo parezca más pequeño y en el caso de que ya hayan aparecido algunas líneas de expresión cerca del ojo (patas de gallo), las oscurece y hace que se acentúen.
- Demasiada Sombra
Las Sombras con brillo resaltan las arrugas, con lo cual, lo preferible son las sombras de tonos mates y suaves. ¡Menos es más! Rizar las pestañas y un par de capas de máscara de pestañas.