Hace un par de post os contaba que viajé a Milán, pues dentro de este viaje incluimos una escapada express a Venecia y Verona. Me moría de ganas de conocer Venecia y nos dió la locura por consejo de mi amiga Lara de hacer Venecia y Verona en un día, para lo único que me sirvió, fue para que me quedara aun más claro, que quiero ir a perderme unos cuantos días a este lugar que me parece de cuento.
Lo mejor de la historia fue que estuvo llena de anécdotas, nos bajamos en la estación de tren que no era, cogimos el vaporetto del revés para llegar a la plaza de San Marcos cuando ni siquiera hubiese sido necesario y se podía ir dando un paseo... y así podría estar un buen rato pero las risas estuvieron aseguradas. Lo malo fue que se puso a llover y ahí decidimos que ya había que irse. Pero aún hubo una parada más en Verona como os cuento más abajo.
Mi cara en las fotos es de no hay dolor ¡pero no sabéis el frío que pasé!, me tuve que acabar comprando unas medias porque estaba helada.
Hasta aquí la visita a Venecia. Os contaré como fue la visita a Verona, llegamos y cogimos un taxi porque llovía a mares pillamos un Taxi para ir a la casa de Julieta y el taxista nos llevo haciendo rally y hablando por el móvil y hasta mandaba WhatsApps ¡Alucinamos!, pensé que moría. Y eso fue todo lo que vi de Verona, y un bar donde nos tomamos un café para entrar un poco en calor y volver a coger otro taxi a la estación de tren para volver a Milán. Agotados, congelados pero lo que nos reímos no tiene precio.
¡Un poco de suerte!
Esperando a mi Romeo
Look:
Chaqueta de cuero: Zara
Vestido: Zara
Jersey: Stradivarius
Riñonera: Zara
Deportivas: Vans
Espero que os haya gustado. ¡Hasta el próximo post!